Las posadas: Origen y significado

Mi Opinión…

El olor a pino ya está presente en la mayoría de los hogares de la ciudad. ¡Ya huele a Navidad! Al i gual la comida típica de estas fechas: romeritos, bacalao, pavo, ensalada de manzana y buñuelos.

Nuestra comida, en efecto, es algo que indica como la Navidad en México tiene su propia manera de celebrarse.

El primer precedente de las posadas fueron las misas de aguinaldo. Su nombre se debe a qué estás celebraciones no corresponde a una celebración del año litúrgico, si no que era un regalo a las comunidades previo a la celebración de la Navidad.

Foto: Cortesía

Las misas de aguinaldo se volvieron muy populares por incluir elementos como cantos y bailes, los cuales llamaron la atención a las comunidades.

Era tanta la cantidad de personas que asistían a estas misas que pronto se trasladaron a lugares más amplios como haciendas con capilla.  Con el tiempo las misas quedaron atrás y lo único que perduró fue su celebración.  Luego se establecieron las estructuras de las posadas tal como las conocemos hoy en día.

Foto: Cortesía

Nueve posadas organizadas en distintas casas, donde se rompe la piñata, se canta la posada y se prenden luces de bengala o cuetes. Todo apunta que esta costumbre se originó en China, donde solían romper una figura de un buey relleno de semillas para celebrar el año nuevo.

Foto: Cortesía

Marco Polo recogería esta práctica y el traslado a Italia. allí la piñata adoptaría el simbolismo religioso, tanto en su forma como en su práctica.  Esta tradición pasaría a España y de ahí a México.

Foto: Cortesía

Las piñatas clásicas tienen siete picos que representan los siete pecados capitales: avaricia, soberbia, gula, lujuria, ira, envidia y pereza.

El palo con el que se rompe la piñata, simboliza la fuerza de la virtud, que acaba con los placeres vanos con los que el diablo tienta al hombre.

Foto: Cortesía

También se vendan los ojos de quien la golpea, para recordarnos que la fe en Dios es ciega.  Al romper la piñata, recibimos una recompensa, así como quien vence a los pecados recibe los bienes de Dios.

Foto: Cortesía

Finalmente, nuestras celebraciones concluyen con la tradicional rosca de reyes. qué también traído desde España.

Para darle nuestro sello a esta tradición, los mexicanos la ligamos con la Candelaria.

Foto: Cortesía

Así, el desdichado que saca el muñequito de la rosca, termina pagando los tamales el 2 de febrero. 

Por eso digo que hay más adrenalina desde una rosca que desde una piñata.

Foto: Cortesía

Fuente de información:

Revista ISTMO, liderazgo en valores.

Contenido de pensamiento actual con

énfasis en empresa y humanismo.

sección: Giroscopio

El curioso caso de las navidades mexicanas.

Héctor Zagal

No. 394, octubre/noviembre 2024