Hoy vamos hablar de un personaje que nos enseña una de las lecciones más antiguas y vigentes de la humanidad.
El Rey. Midas. Un hombre que pidió que todo lo que tocará se convirtiera en oro…. y descubrió que no todo lo brillante da felicidad. ?que pasaría si lo que más deseas fuera lo que más te aleja de lo que realmente necesitas?
Midas era un Rey poderoso. Un día ayudó al rey Dionisio, y como recompensa, pidió un don: que todo lo que tocara se convirtiera en oro.
Al principio, fue glorioso. Tocaba una piedra y era oro, una rosa, oro, las paredes de su palacio, oro.
Pero luego llegó el momento de comer….y la comida se volvió oro. Abrazó a su hija…. y ella también se convirtió en oro.
Midas, que lo tenía todo, lo perdió todo. Y no por castigo, sino por deseo.
Desesperado, pidió ayuda a los dioses que lo liberaran. Y fue entonces cuándo aprendió; no todo lo que brilla vale.
No todo lo que se desea se necesita.
