El 18 de julio estuvo a punto de ocurrir una gran tragedia en la aerolínea Delta.
El 18 de julio, el vuelo 3788 de SkyWest proveniente de Mineápolis con destino a Minot sufrió un imprevisto que estuvo muy cerca de convertirse en tragedia, ya que cuando el avión se preparaba para aterrizar, los pilotos avistaron un avión mucho más grande que ellos, el cual no había contemplado la torre de control, a lo que los pilotos inmediatamente informaron a los controladores aéreos, quienes de inmediato indicaron cambiar la dirección.
Los pilotos en el avión de Delta giraron la aeronave, lo cual fue descrito como un movimiento brusco y agresivo, que asustó a todos los pasajeros, por lo que el capitán procedió a explicar a los pasajeros que se vieron en la necesidad de esquivar lo que más tarde se identificó como un bombardero B-52.
Más tarde, el avión logró aterrizar sano y salvo; sin embargo, este incidente aumenta las alertas sobre la seguridad aérea en Estados Unidos por fallas operativas y falta de controladores. Ya que fueron los controladores que permitieron el aterrizaje a pesar de que ahí estuviera el bombardero.
Ante esta situación y en vista de recientes incidentes, el Congreso ha otorgado a la Administración Federal de Aviación 12 500 millones de dólares para dar comienzo a la modernización de los equipos de telecomunicaciones del tráfico aéreo. Hasta el momento no hay más información.