Investigadores de la Facultad de Contaduría y Administración (FCA) de la Universidad Autónoma de Sinaloa publicaron un artículo científico sobre la economía colaborativa y su impacto en la sostenibilidad turística, un estudio que analizó el estado del arte de este modelo económico emergente.
La novel doctora Reyna Christian Sánchez Parra, autora del estudio, explicó que la investigación surgió de su propio proceso doctoral en la unidad académica, motivada por la necesidad de entender cómo las plataformas digitales, como Uber y Airbnb, transformaron la manera de interactuar en el sector turístico y señaló que estas aplicaciones, al funcionar como intermediarias entre personas, han diversificado el turismo y abierto nuevas oportunidades de empleo e ingresos.
Precisó que el estudio abordó la sostenibilidad turística desde tres ejes, el económico, social y ambiental; subrayó que, en lo económico, la economía colaborativa generó beneficios al diversificar ingresos y empleo, mientras que en lo social contribuyó a la inclusión laboral de diferentes grupos.
“Sin embargo en lo ambiental el panorama resultó más complejo, ya que en el caso mexicano no se replicaron los resultados positivos de otras latitudes, como la disminución de la huella de carbono observada en estudios internacionales”, advirtió.
Sánchez Parra detalló que el trabajo consistió en una revisión del estado del arte en la base de datos Scopus, lo que permitió analizar experiencias de ciudades turísticas como Sídney y Barcelona. No obstante, señaló que en México persiste un vacío de estudios que aborden de forma integral los impactos ambientales de estas plataformas.
Por su parte, el doctor Eleazar González Álvarez autor colaborativo resaltó que este tipo de investigaciones aportaron elementos valiosos al desarrollo económico y social, aunque reconoció que todavía existen carencias significativas. Dio a conocer que una de las principales problemáticas es la falta de marcos regulatorios, tanto en América Latina como en Europa, lo que ha provocado fenómenos como la gentrificación y el desgaste de la infraestructura urbana en zonas turísticas.
Enfatizó que la economía colaborativa, si bien ha ofrecido oportunidades a comunidades locales previamente excluidas, también ha generado tensiones sociales y ambientales. Explicó que plataformas como Airbnb han permitido aprovechar viviendas ya existentes sin construir nueva infraestructura, lo que disminuye cierto impacto ambiental, pero al mismo tiempo ocasionan conflictos con habitantes locales, ruido y saturación de servicios.
Además de la doctora Reyna Christian Sánchez Parra y el doctor Eleazar González Álvarez, también participó en este estudio la doctora Karina Azucena López Inda también investigadora de la FCA quien contribuyó con su experiencia académica al análisis de la economía colaborativa y sus implicaciones en la sostenibilidad turística.