FIA aplica por primera vez el protocolo de “riesgo por calor” en Singapur y autoriza chalecos refrigerantes para los pilotos
La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) hizo historia al invocar por primera vez su reglamento de “riesgo por calor” en una carrera de Fórmula Uno. Esta decisión responde a las altas temperaturas previstas para el Gran Premio de Singapur que se celebra este fin de semana. El organismo rector decidió activar la medida tras revisar los pronósticos meteorológicos. Este protocolo busca establecer una medida que permita anticipar y minimizar los efectos del calor extremo en las carreras.
El Gran Premio nocturno de Singapur es reconocido como uno de los más exigentes del calendario; esto, por las altas temperaturas y el nivel de humedad, que puede generar temperaturas con sensación de 50 grados centígrados dentro de las cabinas. En estas condiciones, los pilotos son expuestos a un estrés térmico extremo crítico para su salud y su rendimiento. Por ello, la activación del protocolo de “riesgo por calor” adquiere especial relevancia en esta cita urbana asiática.
“Habiendo recibido un pronóstico (…) que predice que el Índice de Calor será superior a 31 °C en algún momento durante la carrera en este evento, se declara un riesgo por calor”, indicó la FIA. Este reglamento se incorporó tras los episodios de agotamiento que sufrieron los pilotos durante el Gran Premio de Qatar de 2023. Su objetivo es proporcionar un marco claro para la toma de decisiones y activar medidas de protección cuando los umbrales sean sobrepasados. Hasta ahora, nunca había sido necesario aplicar esta cláusula específica en la categoría reina del automovilismo.
La principal medida consiste en permitir a los pilotos portar un chaleco refrigerante, que hace circular líquido frío por un sistema de tubos para regular la temperatura corporal. Alternativamente, los equipos pueden añadir lastre extra a los monoplazas para reducir el riesgo de insolación y golpes de calor. A partir de la próxima temporada, el uso del chaleco será obligatorio siempre que se declare un riesgo por calor durante la competición. Estas herramientas buscan mitigar los efectos del calor sin comprometer la seguridad ni el rendimiento en pista.
Carlos Sainz, piloto de Williams, valoró la medida: “Si solo hay calor, no es demasiado malo y la humedad por sí sola tampoco hace tanto daño. Sin embargo, cuando se superan los 28-30 grados y la humedad es alta, se alcanzan los niveles de Singapur, y eso sí es duro”. El español afirmó que el chaleco de su equipo aún está en fase de desarrollo y probablemente no aguante las dos horas completas de carrera.
“Con suerte funciona al menos durante una hora, pero si se rompe, no me preocupa: haré la carrera y saldré fresco como siempre”, añadió Sainz. Sus comentarios reflejan la necesidad de seguir perfeccionando estas soluciones térmicas para afrontar los retos de las próximas temporadas.
