Pepitas perdidas y puertas cortadas: ¿la mayor sustracción al patrimonio francés?
Una mujer china de 24 años fue arrestada y acusada por el robo de casi seis kilogramos de oro del Museo de Historia Natural de París, en un caso que se suma a una serie de atracos a instituciones culturales francesas. La Fiscalía de París calificó el hecho, ocurrido el 16 de septiembre, como obra de “un equipo extremadamente profesional”, y la detención de la sospechosa se produjo en Barcelona el 30 de septiembre mientras intentaba deshacerse de casi un kilogramo de oro fundido.
Tras su arresto en España, la mujer fue entregada a las autoridades francesas el 13 de octubre y acusada de robo y conspiración criminal; quedó en detención provisional. Las primeras diligencias indican que la sospechosa abandonó Francia el mismo día del robo y se disponía a regresar a China, lo que detonó una investigación internacional para rastrear la cadena de tráfico del material robado.
El hallazgo del delito fue fortuito: un trabajador de limpieza reportó escombros en la sala de exhibición y el curador constató la desaparición de pepitas de oro que normalmente estaban expuestas. Entre los objetos sustraídos había piezas de gran valor histórico, como pepitas donadas en el siglo XVIII desde Bolivia, muestras de los Urales regaladas por el zar Nicolás I en 1833, una pieza californiana de la época de la fiebre del oro y una pepita australiana de cinco kilogramos hallada en 1990.
Aunque el monto estimado del robo ronda 1.5 millones de euros, las autoridades subrayan que el verdadero perjuicio es inconmensurable por el valor científico y patrimonial de los objetos. También desapareció un fragmento de cuarzo con alto contenido de oro de finales del siglo XIX procedente de Guyana, una pieza que aportaba información geológica y contextual importante para investigadores.
La investigación técnica reveló signos de entrada forzada: dos puertas cortadas con una amoladora y una vitrina forzada con un soplete, además de la localización de herramientas, bombonas de gas y sierras en las inmediaciones. Las cámaras captaron a un intruso solitario entrando poco después de la 1:00 de la mañana y saliendo cerca de las 4:00; las autoridades mantienen la pesquisa abierta y no descartan la participación de cómplices.
El golpe ocurre en un sensible momento, solo un mes antes del millonario robo de joyas en el Louvre, y abre debate sobre la seguridad en museos franceses. Instituciones culturales y el Ministerio de Cultura advierten del riesgo de una ola de crímenes planeados contra el patrimonio nacional y exigen medidas urgentes para proteger colecciones de valor histórico y científico.