Aranceles, tierras raras y secretos en Air Force One: el gesto que podría redefinir la rivalidad EU-China
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes que reducirá los aranceles aplicados a productos chinos tras su reunión con el mandatario chino Xi Jinping en el aeropuerto de Busan, Corea del Sur. El encuentro, que duró casi dos horas, fue calificado por Trump como “un gran éxito”; según dijo, una de las cuestiones centrales —el comercio y el acceso a tierras raras— ha quedado resuelta y China ya no pondría obstáculos en ese rubro.
Ya a bordo del Air Force One, Trump informó a los periodistas que lo acompañaban en su gira por Asia sobre los acuerdos alcanzados, aunque ofreció pocos detalles concretos. Señaló que el tema de las tierras raras estaba “resuelto” y que Pekín había accedido a levantar bloqueos; los minerales y el procesamiento de estos materiales, en los que China mantiene una posición dominante, eran un punto sensible de la agenda comercial entre ambas potencias.
Pekín, por su parte, confirmó más tarde que suspenderá por un año la aplicación de ciertas medidas de control a las exportaciones relevantes, sin precisar si esa suspensión corresponde exactamente con lo anunciado por Trump. China ha mantenido tradicionalmente un papel preponderante en el procesamiento de minerales raros y en semanas recientes había endurecido controles sobre sus exportaciones, lo que generó inquietud en los mercados y en gobiernos que dependen de esos insumos.
En materia arancelaria, Trump dijo que Estados Unidos reducirá los gravámenes impuestos a productos chinos que habían sido adoptados en respuesta al flujo de precursores químicos utilizados para fabricar fentanilo hacia territorio estadounidense. Según reportes, esa reducción implica bajar el arancel promedio sobre importaciones chinas del 57 % al 47 %, y recortar a la mitad la tasa aplicada a los precursores químicos, hasta dejarla en un 10 %.
Además, las autoridades chinas indicaron que otros aranceles recíprocos permanecerán suspendidos por un año, y señalaron la posibilidad de avanzar en acuerdos bilaterales en asuntos más amplios: control de flujos migratorios, ciberfraude, lavado de dinero e inteligencia artificial. Xi Jinping afirmó que ambos países trabajarán para convertir esos consensos en resultados prácticos que sean beneficiosos para sus economías y para la estabilidad global.
