Emisiones récord y promesas al límite: la COP30 llega mientras el planeta se acerca peligrosamente al umbral de 1.5 °C.
Las emisiones globales de gases de efecto invernadero crecieron un 2.3% en 2024 respecto a 2023, según datos recientes de la ONU, lo que resitúa la urgencia de que los mayores emisores intensifiquen sus esfuerzos. Científicos advierten que superar el límite de 1.5 °C sobre niveles preindustriales acarrearía efectos severos, por lo que es imprescindible actuar para evitarlo o, al menos, para mitigar sus consecuencias.
Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) indica que, siguiendo la senda marcada por el récord de emisiones de 2024, el mundo va camino de sobrepasar ese umbral en los próximos años; el documento llega pocos días antes de la COP30, que tendrá lugar en Belém del 10 al 21 de noviembre. Dado que ese exceso empieza a considerarse en gran medida inevitable, el debate se centra ahora en cómo limitar el aumento de temperatura y reducir su duración e intensidad.
“Nuestra misión es sencilla, pero no fácil: hacer que cualquier superación sea lo más pequeña y breve posible”, dijo António Guterres al presentar el informe, que insta a los principales emisores a adoptar recortes más rápidos y ambiciosos para volver a encaminar la curva hacia 1.5 °C a finales de siglo. El PNUMA subraya que incluso si se cumplieran todos los compromisos actuales, el calentamiento proyectado para 2100 quedaría entre 2.3 °C y 2.5 °C, cifras con impactos dramáticos para las zonas más vulnerables.
El informe alerta también sobre riesgos irreversibles: un calentamiento por encima de 1.5 °C aumentaría la intensidad de huracanes, inundaciones y otros fenómenos extremos, y con 1.4 °C ya se han puesto en riesgo la mayor parte de los arrecifes coralinos tropicales; asimismo, las capas de hielo y la selva amazónica pueden sufrir cambios graves y duraderos con repercusiones globales. Pese a la obligación del Acuerdo de París de elevar la ambición en cada ronda de compromisos, solo un tercio de los países presentó metas para 2035 antes del 30 de septiembre, señala el PNUMA. El incremento récord de emisiones en 2024 fue impulsado principalmente por India, seguido de China, Rusia e Indonesia; las economías del G20 concentraron tres cuartas partes de las emisiones globales, mientras que entre los seis mayores emisores la Unión Europea fue la única región que redujo sus gases en 2024.