Cuando la leyenda despierta: CHECO Y CADILLAC LISTOS PARA ROMPER EL MOLDE
Cadillac y Sergio “Checo” Pérez cerraron con buenos resultados dos días de pruebas en Imola, que marcaron el primer trabajo conjunto entre el piloto mexicano y la escudería estadounidense en pista. La iniciativa tenía como objetivo principal que el equipo —mecánicos e ingenieros recién contratados— adquiriera experiencia práctica con Pérez y su monoplaza, más que buscar tiempos, y la jornada cumplió con ese propósito.
Pérez, que el jueves había rodado con el Ferrari SF-23, destacó en redes el esfuerzo del equipo y cómo su cuello resistió las fuerzas G tras casi un año sin subirse a un Fórmula 1. En total completó 91 vueltas, unos 447 kilómetros, alternando simulaciones de tandas largas con ejercicios de clasificación hasta que la actividad concluyó alrededor de las 15:00 horas.
Al terminar las pruebas, el piloto tomó un avión para abandonar el circuito, mientras la escudería regresará a su base en Inglaterra para seguir desarrollando el motor. El trabajo en fábrica se centrará en afinar la unidad de potencia y preparar la integración con el resto del conjunto técnico.
Cadillac espera recibir el primer motor Ferrari en las próximas semanas y prevé un encendido de la unidad de potencia entre la última semana de noviembre y la primera de diciembre; ese paso sería el preámbulo al montaje del chasis y al avance hacia la puesta a punto definitiva del monoplaza. La escuadra planea además un shakedown previo al test privado que la Fórmula 1 organiza en Barcelona a finales de enero, encuentro al que solo accederán los equipos.
Mientras tanto, la preparación física de Sergio Pérez continuará para mantener el nivel requerido antes de volver a la fábrica en diciembre y participar en los preparativos del lanzamiento oficial del equipo, que debutará como la undécima escudería en la parrilla; los próximos pasos en pista y en talleres serán decisivos para su estreno.