Derrumbe en Fez deja al menos 22 muertos y desata búsqueda entre escombros

Derrumbe en Fez deja al menos 22 muertos y desata búsqueda entre escombros

Un edificio que albergaba una Aqiqah colapsó junto a otra estructura desocupada; autoridades abren investigación

Al menos 22 personas murieron y otras 16 resultaron heridas durante la noche cuando dos edificios adyacentes se derrumbaron en Fez, informó la fiscalía. Según el comunicado oficial, uno de los inmuebles estaba desocupado y el otro albergaba una Aqiqah, la celebración tradicional musulmana por el nacimiento de un niño, donde vivían ocho familias que ahora figuran entre las víctimas y los afectados.

El fiscal local advirtió que la cifra de fallecidos es preliminar y que se ha iniciado una investigación para determinar las causas del colapso y la posible responsabilidad de propietarios o autoridades. Mientras tanto, equipos de rescate y vecinos trabajan contra reloj entre los escombros; las imágenes difundidas por medios estatales mostraron a rescatistas y residentes excavando con palas y manos en busca de sobrevivientes y cuerpos.

El drama humano quedó de manifiesto en los testimonios: un sobreviviente que perdió a su esposa y tres hijos relató que los rescatistas habían recuperado al menos un cuerpo y que seguía esperando noticias de los demás, mientras una anciana contó que su hijo la alertó cuando el edificio comenzó a venirse abajo. Esos relatos ilustran la desesperación de familias enteras que vivían en el inmueble donde se celebraba la ceremonia y que ahora enfrentan la pérdida y la incertidumbre.

El derrumbe ocurre en una ciudad milenaria que, pese a su valor histórico, arrastra problemas de infraestructura y servicios públicos; Fez fue una de las urbes que protagonizó protestas antigubernamentales hace dos meses por el deterioro de las condiciones de vida. En enero, el secretario de Estado de Vivienda advirtió que alrededor de 38 mil edificios en Marruecos habían sido clasificados como en riesgo de colapso, un dato que pone en contexto la magnitud del problema estructural en el país.

Este siniestro es uno de los más graves en años, comparable a la caída del minarete en Meknes en 2010, que dejó 41 muertos, y vuelve a poner sobre la mesa la vulnerabilidad de barrios pobres en ciudades que, al mismo tiempo, se preparan para albergar eventos internacionales como la Copa Africana de Naciones y partidos del Mundial. La tragedia reaviva el debate sobre la necesidad de inspecciones, rehabilitación de viviendas y políticas públicas que protejan a las comunidades más expuestas.