La policía arrestó a Nick Reiner como sospechoso del doble homicidio; la hija menor descubrió los cuerpos después de una fuerte discusión en una fiesta a la que asistieron la noche anterior.
Rob Reiner y su esposa, Michelle Singer, fueron hallados sin vida el 14 de diciembre en su casa de Brentwood, Los Ángeles, en un suceso que ha conmocionado al mundo del cine. Ambos presentaban heridas de arma blanca y el hallazgo fue realizado por su hija menor, Romy, quien dio aviso a los servicios de emergencia alrededor de las 15:30 horas; pese a los intentos de los equipos de rescate, nada pudo hacerse para salvarlos. La noticia se difundió rápidamente por la relevancia pública del director, conocido por títulos como La princesa prometidayCuando Harry conoció a Sally.
La investigación avanzó con rapidez: la policía localizó y arrestó esa misma noche a Nick Reiner, hijo de la pareja, cerca del campus de la Universidad del Sur de California, según reportes. Fue detenido a las 21:15 horas bajo sospecha de asesinato y permanece en la cárcel Twin Towers sin derecho a fianza; se prevé que comparezca ante el tribunal en las próximas horas. Fuentes citadas por medios indican que Nick no estaba en la casa cuando se descubrieron los cuerpos, pero fue señalado como principal sospechoso por su historial y por una fuerte discusión con su padre la noche anterior.
Esa discusión habría ocurrido durante una fiesta navideña organizada por el presentador Conan O’Brien, a la que asistieron Rob, Michelle y Nick. Testigos consultados por la revista People relataron que padre e hijo protagonizaron una “gran pelea” en el evento y que el comportamiento de Nick alarmó a varios asistentes; según uno de ellos, “Nick estaba asustando a todos, actuando como un loco, seguía preguntando a la gente si eran famosos”. Tras el altercado, Rob y Michelle abandonaron la celebración y, menos de un día después, fueron encontrados muertos en su domicilio.
El caso ha puesto de nuevo en el centro del debate la situación personal de Nick Reiner, quien durante años habló públicamente sobre su lucha contra la adicción a las drogas y problemas de salud mental. En entrevistas anteriores explicó que comenzó a consumir a los 15 años y que pasó largos periodos entrando y saliendo de centros de rehabilitación, incluso viviendo en la calle en estados como Maine, Nueva Jersey y Texas. Su historial de recaídas y vulnerabilidad mental figura entre los elementos que las autoridades y los medios han señalado al cubrir el caso.
A pesar de las dificultades, padre e hijo habían colaborado profesionalmente: en 2015 trabajaron juntos en Being Charlie, película dirigida por Rob e inspirada en parte en la experiencia de Nick, quien coescribió el guion con su amigo Matt Elisofon. Reiner describió aquella etapa como intensa y creativamente satisfactoria, pero también reconoció públicamente que no siempre supieron escuchar a su hijo sobre la efectividad de los tratamientos: “Cuando Nick nos decía que no le estaba funcionando la rehabilitación, no le escuchamos”, dijo en una entrevista, y Michelle añadió que se dejaron influenciar por profesionales que les aseguraban que Nick mentía o manipulaba, algo que lamentaron con el tiempo.