Activistas mexicanos de la Flotilla Sumud exigen la intervención de Sheinbaum y la SRE tras su interceptación en aguas internacionales.
La tensión internacional alcanzó a México luego de que dos connacionales, Arlin Medrano y Sol González, enviaran un mensaje en video tras la intercepción del barco en el que viajaban rumbo a Gaza como parte de la Flotilla Global Sumud. El ejército israelí tomó control de la embarcación en aguas internacionales y ellos pidieron ayuda para regresar con seguridad.
En el video, ambas solicitaron la intervención directa de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo para volver sanas y salvas a México. “Si están viendo este video es porque fuimos interceptados en aguas internacionales ilegalmente por la ocupación israelí.
Hemos sido llevados sin consentimiento al territorio de Israel”, declaró Medrano.
El caso desató una ola de solidaridad y preocupación en el país,
con familiares y activistas reuniéndose con funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Exigen la seguridad de las siete personas mexicanas que participan en esta misión humanitaria. La presión busca asegurar su protección hasta su regreso.
La Flotilla Global Sumud agrupa 50 embarcaciones de 44 países que zarparon para romper el bloqueo marítimo a Gaza desde 2007. La delegación mexicana está compuesta por siete civiles con perfiles diversos: desde una ingeniera biomédica hasta un periodista de Rompeviento TV. Cada uno aporta su experiencia a este esfuerzo humanitario.
La misión zarpó de Barcelona a principios de septiembre con el objetivo de llevar medicinas, alimentos y suministros básicos a Palestina. Medrano y González viajaban a bordo de El Adara, uno de los siete barcos con presencia mexicana, que fue rodeado por buques de guerra israelíes a menos de 90 millas náuticas de Gaza.
En su mensaje, Medrano denunció la violación del derecho internacional al trasladarlos forzosamente desde aguas internacionales a territorio israelí. “Solicito al gobierno mexicano, a la presidenta y al canciller, poder regresar segura a casa y abrazar a mi familia” añadió. Sus palabras, transmitidas antes de perder comunicación, se convirtieron en símbolo de resistencia.