Un gol de emergencia de Garnacho evita la catástrofe pero el modesto Qarabag demuestra que no vino de paseo.
El Qarabag, un equipo debutante en la Champions League, metió en muchos problemas al Chelsea en su último encuentro en la cancha, lo que obligó a los ingleses a recurrir de emergencia a Alejandro Garnacho. Cambiando por completo el rumbo del juego, resolviendo todo con un gol para empatar, y al final dejó a los visitantes con un punto que, tras el desarrollo del encuentro, sabe a poco para un equipo que esperaba una salida más cómoda.
La expedición del Chelsea a la parte más oriental de Europa resultó más complicada de lo que pensaban. El ambiente, el ruido y la presión en el estadio Tofiq Bahramov; se les dejó muy en claro desde el principio que el equipo estaba lejos de su casa y que tendría que pelear cada balón como si fuera el último, lo que condicionó su juego y la lectura del rival.
El modesto Qarabag, sin grandes antecedentes, se ha convertido en la sorpresa de la competición. Tras su presentación victoriosa frente al Benfica (2-3), dejó señales de ambición y no vino de paseo: ante el Chelsea mostró carácter y, pese a la diferencia en plantillas, se marchó al descanso con ventaja parcial de 2-1 gracias a los goles de Leandro Andrade y Marco Jankovic —este último de penal—, respondiendo así al tanto de Estevao Willian.
En la segunda parte, Enzo Maresca movió piezas y la entrada de Garnacho activó la banda izquierda, donde además aportaron Enzo Fernández y Liam Delap desde el banquillo. Garnacho igualó el marcador y en los minutos finales tuvo en sus botas la posibilidad del triunfo, pero su disparo fue desviado a córner. Tras la jornada 4, el Chelsea queda fuera del top 8 que otorga el pase directo a octavos y ya piensa en su próximo compromiso de Premier League ante el Wolverhampton.