El silencio que podría revelar más de lo que intenta ocultar.
Andrew Mountbatten‑Windsor, antes conocido públicamente como el príncipe Andrés, rechazó la solicitud del Congreso de Estados Unidos para ser interrogado sobre su relación con Jeffrey Epstein, el magnate condenado por tráfico sexual de menores. La petición fue enviada por un grupo de 16 legisladores demócratas de la Cámara de Representantes, que en una carta formal le pedían participar en una “entrevista transcrita” como parte de la investigación sobre la red de explotación sexual vinculada a Epstein.
El documento establecía un plazo claro para responder: Andrés debía contestar antes del 20 de noviembre, y su falta de respuesta fue interpretada de inmediato como una negativa categórica. Desde la comisión encargada de la supervisión, los legisladores a cargo de la investigación consideraron que el silencio del exduque equivalía a una negativa a colaborar, lo que intensificó las críticas públicas y mediáticas.
Los congresistas Robert García y Suhas Subramanyan fueron contundentes al señalar que “el silencio de Andrew Mountbatten‑Windsor lo dice todo”, y sostuvieron que los documentos revisados junto con testimonios públicos dejan preguntas cruciales sin resolver. Entre esas declaraciones figura el testimonio de Virginia Roberts Giuffre, cuya acusación contra Andrés ha sido central en el escrutinio público y judicial en torno al caso Epstein.
Giuffre, que durante años afirmó ser víctima de Epstein, acusó al expríncipe de haber mantenido relaciones sexuales con ella en tres ocasiones, dos de las cuales habrían ocurrido cuando ella tenía 17 años. Andrés ha negado consistentemente esas acusaciones, pero la persistencia de las denuncias y la reciente muerte de Giuffre han reavivado el debate y aumentado la presión sobre quienes podrían aportar información relevante.
Legalmente, el exduque se encuentra en todo su derecho de negarse a cooperar, por lo que su falta de cooperación era algo que veía venir, ya que EU no tiene jurisdicción para forzar a ningún extranjero a cooperar. Estos resultados limitan las herramientas para continuar con la investigación, pero dejando en claro la intención de buscar el testimonio de figuras importantes para que puedan rendir cuentas.
