Carlota y Maximiliano, los monarcas que tuvieron buenas intenciones para México, pero no los dejaron seguir en el poder
Por Teté Velderrain 03 Junio 2023
Pese a que hicieron buenas obras en México, los conservadores los dejaron de apoyar, y los liberales luchaban por acabar con la monarquía en México
Carlota de
México, es la única mujer que ha gobernado México, su nombre completo era María
Carlota Amelia Augusta Victoria Clementina Leopoldina de Sajonia – Coburgo –
Gotha, y nació en el castillo de Laeken, cerca de Bruselas, el 7 de junio de
1840.
Su madre, la reina Luisa María, falleció de tuberculosis cuando Carlota tenía sólo 10 años, su padre, el rey Leopoldo de Bélgica, la educó para gobernar, por lo que aprendió mucho acerca de política, geografía, e historia, aparte de filosofía, música y arte. La joven Carlota, hablaba francés, alemán, inglés, italiano y español.
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El padre de
Carlota, Leopoldo, presionó para que nombraran a Maximiliano, virrey de
Lombardía, Venecia, así que la joven pareja, se trasladó a Milán.
Mientras
tanto, México, vivía una época confusa, en 1861, el que en ese entonces era
presidente de la república, Benito Juárez, anunció la suspensión de los pagos
de la deuda externa, el país estaba arruinado tras los tres años de la guerra
de Reforma, y no podía pagar a las potencias extranjeras acreedoras.
Los conservadores
mexicanos y la iglesia católica, estaban descontentos con el gobierno de
Juárez, eran partidarios de imponer un nuevo régimen monárquico y católico, así
que, tras ponerse de acuerdo con Napoleón III, enviaron una comisión a Europa
para ofrecer a Maximiliano el título de emperador de México, para él y para sus
descendientes.
Maximiliano
aceptó la corona de México y Carlota y él llegaron a Veracruz, en mayo de 1964,
y se instalaron en el Castillo de Chapultepec en la Ciudad de México.
A pesar de
que los conservadores y la iglesia católica los habían puesto en el poder, los
nuevos emperadores eran liberales y progresistas de modo que sus políticas
pronto chocaron con los intereses de quienes los habían llevado al poder en
México.
Uno de los
primeros actos del emperador Maximiliano de Habsburgo, fue restringir las horas
de trabajo y abolir el trabajo de los menores, canceló todas las deudas de los
campesinos, restauró la propiedad común y prohibió todas las formas de castigo
corporal.
Maximiliano
de Habsburgo, habría contraído la sífilis, gracias a las relaciones extra
conyugales que tenía, y hay quien asegura que llegó a transmitírsela a su
esposa.
Mientras
Carlota viajaba a Europa para buscar apoyo, tras quedarse sin apoyo por parte
de Francia, y de los conservadores mexicanos, durante este viaje, empezaron a
producirse las primeras muestras del desequilibrio mental que a sus 27 años, la
emperatriz comenzaba a sufrir.
Mientras
tanto, en México, Maximiliano fue derrotado y capturado por el ejército
republicano en la ciudad de Querétaro, más tarde fue procesado y finalmente
fusilado el 19 de junio de 1867.
La noticia
fue devastadora para Carlota, lo que la condujo a una profunda depresión y su
paranoia se exacerbó, se negaba a comer y a beber nada de lo que le ofrecieran
por miedo a ser envenenada.
Los médicos
de su hermano, el príncipe Felipe, la declararon oficialmente demente, existe
la teoría de que el declive mental de Carlota, se produjo por culpa de una curandera
de Ciudad de México a la que acudió en busca de un remedio contra su
infertilidad, pues la curandera con intención de dañarla le habría dado una
dosis muy alta de un hongo psicoactivo, que en altas concentraciones puede
alterar la mente de forma duradera.
Aunque
vivió 50 años más, su salud mental nunca se recuperó, se fue a Europa, pero
alejada de la sociedad, falleció a los 86 años de edad en el año 1927 de una
neumonía.
Según
algunas fuentes, sus últimas palabras fueron: “Dios quiera que se nos recuerde
con tristeza, pero sin odio”.