¿Cómo detectar la ansiedad en los niños?
Por Teté Velderrain 03 Junio 2023
Así como los adultos, los niños también experimentan ansiedad, y se denomina “ansiedad infantil”, algo que es más común de lo que podemos imaginar
Muchas
veces, los adultos minimizan o creen que un niño no puede sentir ansiedad,
pues, se olvidan de cuando eran niños, y piensan que los niños no sufren
estrés, pues sus padres se encargan de ellos.
Personalmente,
yo me acuerdo cuando era niña y yo me sentía cansada, estresada o ansiosa, y en
mi casa siempre lo minimizaban diciendo: “¿cansada de qué?, lo mismo ocurre con
la ansiedad en los niños, pues vivimos en un mundo totalmente adultocentrista.
En muchas
ocasiones, no detectamos la ansiedad infantil, ya que sus manifestaciones
pueden confundirse o pasar desapercibidas.
Las señales
de que tu hijo puede estar sufriendo ansiedad, pueden darse de manera física,
emocional o conductual.
Algunas
manifestaciones físicas podrían ser: quejarse a menudo de dolores de estómago o
de cabeza, sin razón médica aparente, negarse a almorzar en la guardería o
escuela, no usar baños a menos que sea el de su casa, ser inquieto o
hiperactivo, tensar los músculos constantemente, etc.
Algunas
señales emocionales podrían ser: llorar mucho, ser muy sensible, irritarse o
enojarse sin motivo aparente, tener ataques de pánico, preocuparse por cosas
que ocurrirán en un futuro lejano, preocuparse o sentir temor cuando lo dejan
en algún lugar como la escuela, la guardería o casa de alguien más, etc.
Algunas
señales conductuales podrían ser: evitar participar en clase, permanecer en
silencio cuando se espera que conviva, negarse a ir a la escuela, quedarse sólo
durante el receso, evitar situaciones sociales con otros niños, etc.
¿Cómo
ayudar?
Manteniendo
la calma y asumiendo un rol de apoyo, revisar nuestros propios niveles de
ansiedad como adultos, y utilizar los mecanismos adecuados para mantenernos
tranquilos, los niños tienden a copiar el comportamiento de los padres o
personas cercanas.
Diseñar una
rutina con flexibilidad, las rutinas pueden ser un refugio emocional, tener una
agenda mantiene sus mentes activas, les da estructura y es un recurso para
mantenerse positivos.
Ayudarle a
mantener sus conexiones sociales.
Promover
instancias de cuidado personal.