"Probablemente, la asociación entre 'café' y 'excitación' es tan fuerte, que puede producir cambios cognitivos aun cuando no haya ingestión fisiológica de la cafeína", suponen los investigadores.
Una mirada a una taza de café puede provocar una excitación comparable a la que resulta de su ingestión, sostuvo Sam Maglio, profesor asociado de la Universidad de Toronto (Canadá), en una entrevista con el servicio de noticias de su alma mater, publicada este martes.
Maglio comentó en esa conversación un informe difundido en el último número de la revista Consciousness and Cognition.
El estudio, que realizó en conjunto con Eugene Chan, de la Universidad de Monash (Melbourne, Australia), trata sobre el así llamado primado o 'priming', un efecto psicológico responsable de la repetición de respuestas previamente ejercitadas ante un mismo estímulo.
Así, a las personas estudiadas se les hizo considerar recuerdos sobre el café, con lo cual se produjo un incremento de sus niveles de excitación fisiológica, según sus propias estimaciones y también conforme a las mediciones de su frecuencia cardíaca.
"Probablemente, la asociación entre 'café' y 'excitación' es tan fuerte, que puede producir cambios cognitivos aun cuando no haya ingestión fisiológica de la cafeína", suponen los investigadores.
Los participantes reaccionaron de modos diferentes a varias modalidades de la infusión, indican los científicos. Por ejemplo, el 'espresso' los excitó más que el 'latte', que, no obstante, fue más eficaz que el té.
Sin embargo, esa asociación funciona solo en sujetos occidentales. Por su parte, los formados en la cultura asiática, en la que el café no constituye un símbolo tan explícito de excitación, no la experimentaron.
"En América del Norte tenemos esa imagen del ejecutivo prototípico que sale corriendo a una reunión importante con un triple 'espresso' en la mano. Hay una conexión entre el beber cafeína y la excitación, que puede no existir en otras culturas", explicó. /RT Noticias.