El hombre que renunció a reinos enteros POR AMOR: Eduardo VIII
Por La Gaceta.me 09 Septiembre 2021
Antes del príncipe Harry, Eduardo VIII renunció a mucho más, por amor
Inglaterra, 9 de septiembre de 2021.- No todos lo saben, pero el príncipe Harry no fue el primero en renunciar a la corona por amor, hubo alguien que renunció a mucho más que los beneficios de pertenecer a la familia real, su nombre era Eduardo VIII, y abdicó al trono para poder casarse con la mujer que amaba.
“Todos conocen los motivos que me han impedido a renunciar al trono, pero quiero que sepan que al renunciar a mis derechos jamás olvido a mi país y al Imperio, que como príncipe de Gales y como rey he servido siempre fielmente.
Pero deben creerme cuando digo que me era imposible, sin la ayuda y el apoyo de la mujer que amo, soportar la pesada carga de las responsabilidades y cumplir mis deberes de rey”.
Fueron las palabras que el recién erigido rey Eduardo VIII, uso para anunciar su abdicación al trono de Reino Unido, los dominios de la Mancomunidad Británica y en aquella época, a su puesto como emperador de la India, luego de ser obligado a decidir entre el trono y la estadounidense Wallis Simpson, con quien finalmente eligió casarse, sin importar las consecuencias.
Eduardo era un joven apuesto que había ganado popularidad alrededor del mundo mientras aún era príncipe, por su carácter ligero y jovial, su atractivo físico atraía a muchas mujeres, pronto ganó fama de mujeriego y liberal.
En diciembre de 1933, Lady Furness, una de sus presuntas amantes, le habría presentado a Wallis, entonces ella era esposa del empresario, Ernest Simpson, con quien se había casado tras divorciarse de su primer esposo, en 1927. Los rumores aseguran que poco después, el príncipe y Wallis se convirtieron en amantes.
Eduardo tenía 42 años cuando asumió el trono, tras la muerte de su padre, Jorge V, en 1936. A punto de convertirse en rey, rompió el protocolo para ver su proclamación desde una ventana del palacio de St. James, acompañado por la, aún casada, Wallis Simpson.
Meses después, anunció a Baldwin, el Primer Ministro, su intención de casarse con la mujer que amaba, cuando el divorcio de ella estuviera concretado, sin embargo, el funcionario resaltó que el pueblo jamás aceptaría a una reina como Wallis.
La iglesia, sobre la cual el rey de Inglaterra era el Gobernador Supremo, rechazaba el matrimonio de Eduardo, y aunque el rey contaba con el apoyo de históricos personajes como Winston Churchill, se vio orillado a abdicar, poco antes de cumplir un año como rey. Eduardo no llegó a ser coronado.
La pareja contrajo nupcias en 1937 y vivió exiliada en Francia, además, el hermano de quien fuera Eduardo VIII, convertido en Duque de Windsor, amenazó con cortar su subsidio, si éste volvía a Reino Unido sin ser invitado.
Eduardo nunca consiguió reconciliarse con su familia, vivió junto a Wallis hasta el día de su muerte, en 1972, tenía 77 años;Wallis perecería 14 años después.
Sin importar el incierto final, dulce o agrio, que las múltiples versiones existentes cuenten, Eduardo VIII quedó retratado por siempre en la historia de la corona inglesa, como el hombre que renunció a reinos enteros por amor.