Sinaloa

Estudiantes bajo asedio del coronavirus

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Por Humberto González 27 Septiembre 2021

Los Mochis, Sinaloa, 27 de septiembre del 2021.- En la entidad, 11 estudiantes han enfermado de COVID-19, desde que las escuelas reiniciaron las clases presenciales.

La evolución de estos casos no se conoce, porque se han mantenido en reserva.

Sin embargo, Juan Alonso Mejía, secretario de Educación Pública y Cultura (Sepyc) del Gobierno de Sinaloa restó importancia a los contagios calificándolos como casos esporádicos y no un brote.

Los casos de infectados de SARS-COV-2 involucran a 5 alumnos, 4 trabajadores y 2 docentes, desglosó el funcionario.

Sin embargo, por estos casos, dos escuelas fueron cerradas por 14 días.

Los registros establecen que los casos se presentaron en Angostura, Badiraguato, Culiacán, Guasave, Salvador Alvarado y Mazatlán

Dijo que el protocolo ensayado hasta ahora, ha funcionado.

En tanto que Efrén Encinas Torres, Secretario de Salud en Sinaloa descartó brotes de COVID-19 en escuelas públicas y consideró que este se encuentra aislado, por e momento.

Héctor Melecio Cuén Ojeda, ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa y pretenso a ocupar la secretaría de Servicios Coordinadores de Salud Pública en el gobierno de Rubén Rocha Moya, criticó el modelo porque favorece los contagios de coronavirus al ser imprecisos y fomentar la aglomeración de estudiantes.

En Sinaloa han muerto 20 menores de edad contagiados de coronavirus desde que la pandemia apareció hasta agosto del 2021. Entre estos están bebes de 1 año de edad hasta adolescentes de 14 años. Todos los fallecidos tenían problemas de salud desde obesidad, diabetes y males renales.

En esta ciudad, Mayra espera a su hija justo a la entrada de la escuela secundaria de la colonia Tabachines. Ella es una de las 138 mil 852 estudiantes que asiste a las mil 157 escuelas que en Sinaloa aperturaron aulas para reiniciar la educación presencial, después de un año de inactividad por la pandemia de COVID-19.

La ama de casa no puede entrar al plantel, por el protocolo sanitario de COVID-19 que le impide tener contacto con los alumnos.

Junto a ella hay otros padres de familia, que están separados entre sí.

Ella aguarda a que un profesor le pregunte por quien va a recoger, para después adentrarse en el plantel, buscarlo y llevarlo al pórtico.

Mientras aguarda, Mayra dice que está tranquila, que en esa escuela, los contagios no se han presentado. Pero tiene miedo de que su hija se contagie.

Sin embargo, es más su ansiedad por la educación que el miedo a la enfermedad, que sabe, puede matarla.

Esa disyuntiva también la acongoja, tanto que no tiene respuesta. Sonríe en forma nerviosa, y opta por el silencio. Se queda pensativa.

Su hija ya está en la puerta y ella camina presurosa a recogerla, la abraza, le pregunta por su día y ambas se retiran al coche.

A sus espaldas, otros padres de familia están dubitativos. La alarma por un brote de COVID-19 los mantiene bajo un estrés permanente. El SARS-COV-2 asecha a sus hijos, los estudiantes.