Leyendas mexicanas que quizá no conocías: La Leyenda de amor tras la cascada Basaseachi
Por La Gaceta.me 03 Abril 2021
La ambición de un padre que orilló a su hija a quitarse la vida: La leyenda de Basaseachi
Hace varios siglos, antes de la llegada de los españoles, a región que comprende a Chihuahua era gobernada por el gran jefe Candameña, el líder de los tarahumaras, quien había conseguido mantener una época de paz en sus tierras, sin embargo, quería que su pueblo creciera, hacerse de más tierras, y a única manera parecía ser la guerra, luego de una expedición, llegó a la conclusión de que no se atrevería a enviar jóvenes que seguramente morirían en batalla, desesperado, miró a su hija, y la belleza que ella poseía, supo entonces que el amor creaba alianzas más fuertes que el odio
Se dice que Basaseachi era tan hermosa, que las nubes escondían al sol cuando ella pasaba, para no broncear su perfecta piel, decían también, que siempre olía a primavera y que el viento sacudía su cabello, proporcionandole un porte superior
Candameña, consciente de la belleza sin igual de su hija, puso en venta su mano, Basaseachi debía casarse con el heredero que le ofreciera más tierras para su pueblo.
Muchos interesados se acercaron, pero sólo cuatro de ellos consiguieron pasar, a medias, los estándares de Candameña: Tónachi, el señor de las cimas; Pamachi, el hombre que viene de más allá de las barrancas; Areponápuchi, el de los valles verdes; y Carichi, aquel de las filigranas de la cara del viento.
Candameña no quería entregar a su hija a cualquiera, así que organizó pruebas para los contendientes, cada una más difícil que la otra, cuando únicamente les restaba una por pasar, la más complicada de todas las pruebas concluyó en la muerte de los cuatro jóvenes.
Basaseachi se sintió devastada, quien comprendió jamás podría casarse ni conocer el amor, por lo que, llevada por la desesperación, subió hasta los riscos más altos y se lanzó por el precipicio.
Candameña, herido en lo más profundo por la decisión de su hija, pidió al brujo del pueblo que se asegurara de que su hija no muriera, sin embargo, era demasiado tarde para salvar su vida humana, el brujo apenas alcanzó a lanzar un hechizo sobre a joven que caía al vacío, convirtiendo el cuerpo de Basaseachi en agua, esta agua se fundió en la roca y nació una cascada que desde entonces fluye en el corazón de la Sierra Tarahumara, cuyo pueblo incluso hoy, sigue vivo.