Detenido ayer en una lujosa urbanización de la zona turística de la Costa del Sol por la Policía Nacional, Lozoya se opuso a ser entregado a México y declaró que llegó a España hace sólo dos días.
Un Juez de la Audiencia Nacional española decretó este jueves prisión provisional para el ex director de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) Emilio Lozoya, detenido ayer en Málaga (sur) y reclamado por México por un fraude de 280 millones de dólares.
Fuentes jurídicas informaron de que un Juez tomó declaración a Lozoya por videoconferencia – aún no ha sido trasladado a Madrid – y a continuación decidió su envío a prisión por riesgo de fuga, al no tener arraigo en España y ante la gravedad de la pena que se le puede imponer, de 15 años de prisión.
Las autoridades mexicanas, que tienen ahora 45 días para presentar la solicitud de extradición, le atribuyen un delito de “operaciones con recursos de procedencia ilícita”, que se correspondería con el delito de blanqueo del Código Penal español.
Lozoya, sobre el que pesaba una orden de busca y captura internacional por su presunta implicación en la trama de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, fue director de Pemex entre 2012 y 2016, con el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, y estaba en busca y captura desde mayo de 2019.
Detenido ayer en una lujosa urbanización de la zona turística de la Costa del Sol por la Policía Nacional, Lozoya se opuso a ser entregado a México y declaró que llegó a España hace sólo dos días.
Sin embargo, la Policía Nacional informó de que había sido localizado en la provincia de Málaga a principios de este año, tras meses de investigaciones en colaboración con la Fiscalía mexicana.
El Juez destaca también en su auto que en el momento de su detención iba dentro de un taxi de una empresa privada y con una licencia de conducir mexicana falsificada como identificación: llevaba su fotografía, pero el nombre correspondía a otra persona, “de lo que se desprende una intención de sustraerse a la acción de la justicia”.
De acuerdo con la normativa que regula las extradiciones, el Juez indica que se mantendrá esta medida de prisión durante 45 días, plazo que tienen las autoridades mexicanas para remitir a España la solicitud de entrega por vía diplomática ante el Ministerio de Asuntos Exteriores o directamente ante el de Justicia.
Según la información facilitada por la Policía Nacional, el presunto fraude lo habría cometido entre 2012 y 2013 como responsable de un “entramado de corrupción” acusado de recibir sobornos de Odebrecht.
Tras su fuga comenzó la colaboración entre la Fiscalía mexicana y la Policía Nacional, gracias a la cual se obtuvieron indicios que situaban a Lozoya en diferentes localidades españolas, pero “el alto poder adquisitivo y sus lazos internacionales” complicaban su localización, según la policía española.
De acuerdo con la orden de detención internacional emitida por México, Lozoya adquirió un bien inmueble “con conocimiento de que los recursos utilizados proceden de una actividad ilícita” y con el propósito de ocultar el origen de esos fondos, en colaboración con otros dos imputados, su hermana Gilda Susana Lozoya y el empresario Alonso Anciara Elizondo, detenido también en España en mayo del año pasado.
Emilio Lozoya dejó México el 30 de abril de 2019. “Su huida había fijado como destino Alemania, un país donde se sentía fuera del alcance de las autoridades mexicanas por su doble nacionalidad, conseguida gracias a su esposa desde 2016, Marielle Eckes”, dice el diario español El País.
“La extradición desde allí era poco probable porque obligaba a las autoridades alemanas a entregar a un nacional para su procesamiento judicial en el extranjero. Sin embargo, el ex funcionario ha caído en España, una nación que tiene un intercambio mucho más fluido de detenidos con México”, agregó.
Lozoya tiene dos órdenes de aprehensión. La primera está relacionada con supuestos sobornos por 9.1 millones de dólares que recibió a cambio de favorecer a Odebrecht sobre todo con la refinería de Tula, Hidalgo.
La segunda lo vincula a la compra de dos empresas convertidas en chatarra a Altos Hornos de México, de Alonso Ancira. Pemex salió perdiendo. La Fiscalía cree que Lozoya no: se llevó su moche.
Pemex compró en 2014 Agronitrogenados y Fertinal por 442 millones de dólares. Esas plantas tenían 14 años sin operar. Eran inservibles, de acuerdo a la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
“El único ganador en esa transacción fue quien se deshizo de esas plantas, Altos Hornos de México. Desde entonces, revelaciones periodísticas han explicado el vínculo de Lozoya con el dueño de la empresa, Alonso Ancira. El ex funcionario hizo al menos 54 viajes en helicóptero a la torre GAN de Polanco, donde se encuentran las oficinas del empresario. Un mes después de que Pemex cerrara el trato para hacerse con Agronitrogenados, Altos Hornos transfirió 3.7 millones de dólares a una cuenta en un paraíso fiscal que Odebrecht utilizaba para pagar sobornos”, según El País. “Ese dinero abandonó luego esa cuenta para ser transferido a una empresa supuestamente vinculada a Lozoya Austin”.