Elsa experimentó sus puntos más álgidos cuando comenzaron a llegar los padres de los niños
La sala del hogar de Elsa García Hernández jamás volvió a ser la misma después del sismo del 19 de septiembre 2017. Sobre el piso de este espacio, hubo cuerpos de menores que fallecieron tras el colapso del Colegio Enrique Rébsamen.
El silencio invade la habitación
Elsa necesita tomar fuerza de nuevo para continuar
A dos años de la tragedia, Elsa, vecina de la colonia donde se localizaba el centro educativo, al sur de la Ciudad de México, rememora día tras día al pasar por esta pieza el acontecimiento que cobró la vida de 26 personas, entre ellas 19 menores de edad.
Ese día, cuando llegué a mi casa, pocos minutos después de lo ocurrido, parecía un bombardeo, fue muy drástico, muy terrible, no daba crédito a lo que observaba”.
Recuerda que después del sismo de magnitud 7.1 que sacudió a la capital del país, su hijo comenzó a preparar la casa para recibir a los heridos después del colapso de la escuela.
Esperábamos que nos trajeran heridos, pero no, para nuestra sorpresa nos llevaron a niños que lamentablemente ya habían fallecido”. Elsa García Hernández.
Se rompió la rutina
El espacio donde se reúne la familia para conversar y descansar, aquel fatídico martes 19 de septiembre se convirtió en una morgue para colocar los cuerpos de cinco menores de edad y un adulto.
Las escenas desgarradoras parecían no tener fin
Elsa experimentó sus puntos más álgidos cuando comenzaron a llegar los padres de los niños
El primer chiquito de siete años estaba con su mamá en el piso; fue desgarrador ver el llanto de su madre. Otros papás, al llegar, gritaban, maldecían, se culpaban incluso”.
Hoy, a dos años de lo acontecido, Elsa trata de superar el evento, aunque no puede dejar de recordar la negligencia de la directora del Colegio Enrique Rébsamen, Mónica “G”.
Afirma que en la institución había cuatro departamentos construidos arriba de las aulas, uno de los cuales fue remodelado con mármol que aportó un mayor peso a la estructura y pudo contribuir al posterior derrumbe del edificio durante el sismo.
(La caja fuerte) debió tener mucho dinero o papeles muy importantes, pues hasta la Marina dejo de sacar personas para encontrar esa caja; y no sólo eso, también sacaban ropa y joyas, que según eran de marcas muy caras".
Solidaridad
Por otra parte, Elsa sostuvo que en la zona, residentes se organizaron para atender la emergencia, pues en una casa guardaban medicamentos, mientras que en otras se almacenaban herramientas.
Luego del colapso del Colegio Enrique Rébsamen, Mónica “G” estuvo prófuga casi dos años, pero el pasado 11 de mayo fue detenida por los probables delitos de homicidio culposo y responsabilidad de los directores de obra. /Uno Tv.