México

Morena aplaza la votación de la reforma eléctrica para intentar un acuerdo con el PRI

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Por La Gaceta.me 12 Abril 2022

Diputados de la oposición critican el retraso del debate en el Congreso, previsto para este martes, y reafirman su voto en contra

Morena dedicará el Domingo de Resurrección a tratar de resucitar su reforma constitucional eléctrica. La formación del presidente Andrés Manuel López Obrador ha aplazado este lunes la votación de la iniciativa, inicialmente prevista para el martes, ante la falta de apoyos en la Cámara de Diputados. Unas horas antes, en comisiones, la oposición ha votado en bloque contra la reforma. Con el retraso, Morena gana unos días para evitar una más que probable derrota parlamentaria e intentar alcanzar la mayoría de dos tercios que necesita para sacar adelante la que es una de las mayores prioridades del Gobierno. Diputados opositores, del PRI incluido, han salido a reafirmar que su voto será en contra, sea cual sea el día de votación.

El retraso se debe a una “solicitud” para dar más difusión a la iniciativa, según Morena. “Atendiendo la solicitud de que hubiera mayor socialización y que la ciudadanía conozca a fondo el dictamen de la reforma eléctrica, solicitamos a la Junta de Coordinación Política (Jucopo) sesionar el próximo domingo”, ha escrito Ignacio Mier, coordinador de los diputados morenistas.

La bancada quiere “darle más tiempo” a la oposición para analizar la versión final del dictamen, donde se incorporaron nueve de las 12 propuestas que presentó la alianza formada por PRI, PAN y PRD. Sin embargo, Morena no modificó las partes más polémicas de la iniciativa presidencial, como la preferencia dada a las plantas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por encima de las centrales privadas, independientemente de los costos de generación.

El aplazamiento ha sido aprobado con los votos a favor de Morena y de sus aliados, el Partido Verde y el Partido del Trabajo, mientras toda la oposición se ha pronunciado en contra. Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, ha leído en este retraso “un revés para el régimen y una medida de desesperación”. Alejandro Moreno, presidente del PRI, ha afirmado que su posición no ha cambiado. “Ellos que digan el día y la hora, el PRI los esperará con un rotundo voto en contra”, ha dicho.

Pese al mensaje de Alejandro Moreno, todas las miradas se posan nuevamente sobre el PRI, al que Morena ha intentado convencer, sin éxito hasta ahora. Después de que la formación tricolor anunciara su voto en contra la semana pasada, López Obrador ha intensificado la presión sobre los diputados y les ha pedido rebelarse contra la dirigencia: “¿Cómo el presidente de un partido les da órdenes? ¡No es correcto! Ojalá y los diputados se liberen”, ha declarado esta mañana durante su conferencia de prensa diaria.

El PRI ha hecho caso omiso. El líder de la formación ha abordado esta tarde un autobús junto a otros miembros de su bancada y ha sido visto llegando a la Cámara de Diputados con una maleta de ruedas. El PRI se preparaba para pernoctar en el recinto ante las concentraciones convocadas por Morena para este martes. “Amenazaron con movilizar y hasta impedir el paso a la democracia, pero nosotros nos adelantamos”, ha escrito Moreno antes de conocerse el aplazamiento.

Unas horas antes del anuncio del aplazamiento, la oposición ha votado unida contra el dictamen de reforma, pese a los intentos de Morena por rascar algunos votos. “¿Están con México o están a favor solo de intereses extranjeros?”, les ha lanzado Mier durante el debate. Al final, la iniciativa ha sido aprobada por mayoría simple y sin el apoyo de la oposición. En el pleno, sin embargo, Morena necesita una mayoría calificada y no tiene los votos. Le faltan 57 legisladores para alcanzar la cifra mágica de los 334 diputados que le abrirían las puertas a un cambio constitucional.

La reforma eléctrica se ha convertido en una de las prioridades de López Obrador para la segunda mitad de su sexenio. La iniciativa, enviada al Congreso a finales de septiembre del año pasado, propone limitar la participación privada en la generación eléctrica a un 46%, cancelar todos los contratos de centrales particulares, y cambiar el orden de despacho para privilegiar a las plantas de la CFE, sean o no más caras y contaminantes.