Canadá sigue enfrentando a establecimientos ilegales de marihuana pese a la entrada en vigor de la ley que legaliza el consumo de esta droga
Pese a la entrada en vigor de la legalización de marihuana en Canadá, no paró la venta de esta droga en las calles de Ontario por lo que las autoridades continúan con operativos para clausurar establecimientos ilegales.
Canadá enfrenta una falta de abasto para atender la demanda de un mercado potencial de cinco millones de consumidores.
Desde los primeros minutos en que Canadá se convirtió en el primer país industrializado en permitir el consumo recreativo de la cannabis, miles de canadienses hicieron largas filas para comprar marihuana, pero durante el primer día muchas tiendas registraron desabasto.
La venta de marihuana legal en todo el país varía según la provincia. En Manitoba, Newfoundland y Labrador, Saskatchewan y Alberta se vende en establecimientos privados vigilados por el gobierno, mientras Quebec, Ontario y Yukon sólo permiten la venta a través de tiendas o sitios en línea administrados por las autoridades provinciales.
Después de dos días de una “luna de miel” en la que los canadienses pudieron comprar y fumar en público marihuana y festejar esta apertura, adelantando que preferirán el mercado legal para consumir un mejor producto, este viernes la policía comenzó a clausurar establecimientos ilegales.
Mientras los canadienses siguen ordenando cannabis en tiendas y a través de internet y el abastecimiento se va acabando, la policía ha estado cerrando los negocios que operan de manera ilegal.
En varias ciudades se ha criticado el retraso en el otorgamiento de licencias para vender marihuana, mientras el gobierno de Ontario ha señalado que las licencias se comenzarán a otorgar hasta abril de 2019.
Por otra parte, los indígenas canadienses buscan administrar sus propias tiendas de marihuana, ya sea dentro de sus reservas o fuera, como en Halifax, Nova Scotia.
En esa provincia sólo se vende cannabis en sus 12 tiendas de licor (NSLC), pero las comunidades indígenas demandan la autogestión de sus propias tiendas.
El jefe indígena, Bob Glode, de la comunidad Millbrook First Nation, dijo que los indígenas quieren trabajar en colaboración con el gobierno de Nova Scotia para administrar sus tiendas de marihuana, por lo que informaron a la autoridad provincial su intención de abrir su primera tienda en un año.