Estados Unidos (La Gaceta.me).- Desde hace un año y medio cambio la vida por completo del doctor Jaco Nel, en uno de los juegos que acostumbraba hacer con su mascota Harvey, un cocker spaniel, se le prendió una bacteria mortal que le provoco una enfermedad conocida como septicemia, la principal causa de muerte por infección.
Durante el juego, el cachorro aruñó accidentalmente a Nel y después lo lamió. El afectado confesó que se desinfectó la mano y continuo con su rutina diaria.
A las dos semanas empezó a sentir síntomas de gripa y se fue a dormir, al despertar se sentía desorientado y no comprendía lo que pasaba a su alrededor. Su única salvación fue su novia quien lo visito ese día en la noche. Ella lo encontró casi inconsciente y llamó a una ambulancia. Al llegar al hospital notaron que una bacteria le provocó septicemia y comenzaron con el tratamiento inmediatamente.
Estuvo en coma inducido durante cinco días, al despertar se dio cuenta que su cuerpo estaba completamente negro, debido al daño causado en los tejidos por la coagulación anormal de la sangre, también le fallaron los riñones, así como perdió sus piernas de las rodillas para abajo, los dedos de sus manos y la punta de la nariz.
Después de tres meses de terapia volvió a caminar y a conducir en una automóvil acondicionado para sus necesidades. La decisión más difícil fue sacrificar a su fiel compañero Harvey, debido a la infección imposible de curar y era un riesgo para otras personas.