“Somos una generación triste con fotos felices, y de donde viene la cultura de sonreír en las fotos”
Por Teté Velderrain 08 Julio 2022
Te explicamos de dónde viene el hecho de sonreír en las fotos, efecto que antes era totalmente mal visto, y cómo ha generado ansiedad la vida aparentemente perfecta de Instagram
La costumbre de sonreír en las fotos se hizo un hábito en la década posterior al año 1930, antes de éste fecha, sonreír a la cámara era algo asociado a la locura, era un comportamiento ofensivo, sexual, e indecente.
Lo mismos aplicaba con las pinturas, por ésta razón, es que la Mona Lisa generó tanto impacto con el sutil arqueo de boca en la pintura, pues era una burla a la tradición, en esos tiempos, toda una irreverencia.
Se dice que además de ser de mal gusto, tomaba tanto tiempo tomar una fotografía o realizar una pintura, que la gente renunciaba a mantener una sonrisa el tiempo suficiente, además, nadie quería ser inmortalizado como un demente.
A partir del año 1913, la empresa Kodak, creó un gancho publicitario para vender sus cámaras, la gente que participaba en su publicidad sonreían en las fotografías, para demostrar que “comprando una cámara Kodak, ibas a ser feliz”.
Gracias a la campaña publicitaria de la marca Kodak, fue que se popularizó el hecho de sonreír en las fotografías, caso que había sido una irreverencia en años anteriores.
“Kodak creó no sólo un producto, sino también una cultura” – dijo el historiador Douglas R. Nickel en su libro “Snapshots: The photography of Everyday Life”
Muchas personas crecieron escuchando de sus padres o mayores “sonríe para la foto”, sin saber de dónde venía esta cultura, hoy, se sabe, que fue gracias a la mercadotecnia.
Actualmente, con la globalización que ofrecen las Redes Sociales en plataformas como Instagram, todos tenemos acceso a compartir fotografías de nuestro día a día, muchas personas, utilizan la mercadotecnia para mostrar una vida aparentemente “perfecta”.
Por eso se dice que “somos una generación triste con fotos felices”, existe una controversia entre la ansiedad que genera el estar percibiendo la vida aparentemente “perfecta” de los demás en Instagram y la comparación con la propia vida.
Otros afirman, que estar viendo la aparente perfección en las redes les da mucha ansiedad, pero al mismo tiempo hacen exactamente lo mismo, pues nadie quiere inmortalizar sus peores momentos.
Actualmente, se han generado bastantes problemas de salud mental, gracias a la mercadotecnia que se ejerce de las vidas aspiracionales que la gente quiere enseñar, por eso, se están creando nuevas plataformas para subir contenido más orgánico que se espera pronto sean la nueva moda.
Y tú qué opinas ¿Seremos una generación de personas tristes con fotos felices?