"Todo comenzó en Acapulco": la inspiradora historia de la mexicana que conquistó los 7 mares y 2 récords Guinness
Por La Gaceta.me 04 Mayo 2022
Mariel Hawley, nadadora, abogada y escritora, es la primera mexicana en lograr la Triple Corona de Nados en Aguas Abiertas y la persona número 15 en el mundo en completar el reto de los Siete Mares
La natación es un deporte conocido por ser el más completo y saludable, pero practicarlo en medio de una “sopa de medusas”, a veces a temperaturas heladas y contracorriente ha sido toda una hazaña no solo de gran fortaleza física, sino también mental para Mariel Hawley, nadadora de aguas abiertas y ganadora de 2 récords Guinness.
La también abogada, escritora y conferencista es la primera mexicana en lograr la Triple Corona de Nados en Aguas Abiertas y la persona número 15 en el mundo en completar el reto de los Siete Mares: Canal del norte, el Estrecho de Cook, el Canal de Molokai, el Canal de la Mancha, el Canal de Catalina, el Estrecho de Tsugaru y el Estrecho de Gibraltar.
Vacaciones en Acapulco
Desde pequeña, Mariel tuvo la oportunidad de practicar diferentes disciplinas deportivas, pero la gran pasión por la natación nació cuando solía pasar algunos días de vacaciones de verano en la bahía de Acapulco, Guerrero, al lado de sus abuelos.
“Fueron unos primeros nados que tuvieron que ver con días de vacaciones, alegría, diversión y familia. Yo ya sabía nadar, por lo tanto tenía permiso de hacerlo en el mar, lo que me generaba mucha paz y plenitud. Un día habíamos caminado sobre la playa y cuando llegamos al final, yo decidí que regresaría nadando”, narró Hawley
Sin saberlo, aquellos 400 metros se convirtieron en el inicio de una gran trayectoria que años más tarde pondría el nombre de México en alto. Y así fue, desde 2001, Mariel comenzó a nadar en eventos de aguas abiertas en el país, hasta que en el 2007 se le presentó una oportunidad que, motivada por una historia familiar, no podía perderse.
Canal de la Mancha en su árbol genealógico
“Mi abuelo Austin fue soldado del ejército inglés en la Primera Guerra Mundial, entonces él cruzó el Canal de la Mancha de Inglaterra a Francia navegando para combatir por su país. Es una historia con la que yo crecí y significa una historia de vida, de sobrevivir a una guerra”, relató la conferencista.
Este brazo angosto del Océano Atlántico que separa la costa sur de Inglaterra de la costa norte de Francia ha sido el escenario, desde hace siglos, de guerras, invasiones, naufragios e históricas batallas, tal como la que vivió el abuelo de Mariel, quien años después llegaría a México a formar una familia.
“El Canal de la mancha es parte de mi historia de familia, entonces yo también lo quiero hacer y lo quiero nadar porque eso es lo que a mí me gusta, quiero conocerlo, navegarlo y nadarlo”, agregó.
El sueño detrás de esta asombrosa historia familiar se hizo realidad. El primer gran nado de Mariel fue un cruce cuádruple del Canal de la Mancha, de Inglaterra a Francia, y de Francia a Inglaterra, dos veces, con un equipo de seis personas. Este logro los llevó a ganar un Récord Guinness vigente. Después de este primer cruce, decidió que lo recorrería nuevamente, pero de manera individual, cumpliendo con esa meta en el 2009.
Tiburones a la vista
Hawley no viaja sola, además de que en cada uno de sus nados navega a su lado una embarcación para evitar cualquier percance, se ha cruzado más de una vez con uno que otro habitante del mundo marino.
“Uno se echa al mar sabiendo que los animales nos dan el privilegio de compartir su espacio. Hay que tener una mente abierta. No me dan miedo, incluso nadé en una ocasión entre una sopa de medusas, me picaron 20 al mismo tiempo, me dolió muchísimo y fue en Guerrero”, compartió la escritora.
No obstante, también se ha topado con amigables delfines, así como temibles tiburones.
“Me asusté muchísimo, pero por ahí alguien me dijo: ‘Mariel están en su espacio’, tal vez esos tiburones limón están acostumbrados a que la gente va nadando por ahí, creo que no tienen un patrón de ataque o por lo menos no me ha tocado. En otra ocasión, en el Canal de Molokai, en Hawai me topé con un tiburón pero él iba por su lado y yo por el mío”, detalló.
Lejos de preocuparse por los tiburones que habitan en el mar, para Mariel, los escualos más peligrosos son los que “salen cuando te ves en el espejo y te hacen creer que no eres capaz de alcanzar tus sueños”; su antídoto para alejarlos simplemente es ignorarlos y “seguir nadando”.
Encauzado brazadas
No es lo mismo nadar en el rectángulo de una alberca que sostener una respiración bien controlada, con pulmones y bronquios trabajando sincronizadamente para mantener un nado rítmico y bien acoplado a la corriente impredecible de los océanos. Sin embargo, el cansancio vale todo el esfuerzo cuando se logra alcanzar más que una meta.
Más allá de la disciplina, entrenamientos y logros deportivos, todos sus nados han representado una lucha en su vida y por lo mismo, ha visto la manera de encauzar cada una de sus brazadas: además de su amor por el mar, tiene una pasión por ayudar a los demás.
Cuando hizo el cruce al Canal de la Mancha nadó por Quiero Sonreír, un proyecto que comenzó con su padre, con el que logró conseguir cirugías para niños con labio y paladar hendido.
A través de sus nados también ha apoyado a la Casa de la Amistad para Niños con Cáncer y ha apoyado a las mujeres que se encuentran privadas de su libertad.
“Cada nado ha tenido una causa que de alguna forma me motiva en el momento difícil. Cuando voy a la mitad me digo ‘qué estoy haciendo aquí, tengo frío, ya me quiero salir, no sé si voy a poder continuar’, pero sé que estoy nadando por algo más, no solo por llegar al otro lado. Nadar por diferentes causas le da un significado muy diferente a mis nados”, declaró.
No obstante, su proyecto social más importante es Queremos Mexicanos Activos, el cual tiene el “propósito fundamental de promover la realización o la práctica de la actividad física como pilar de salud”.