Todos los detalles del Altiplano, penal donde está recluido Rafael Caro Quintero
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Por Brenda Camacho 16 Julio 2022
El sinaloense fue ingresado a la prisión de máxima seguridad este viernes 15 de julio
México. Desde la noche de este viernes 15 de julio ingresó Rafael Caro Quintero l Centro de Readaptación Social Número 1 (Altiplano), en Almoloya, Estado de México, una prisión considerada de máxima seguridad, tras su detención en la sierra de Sinaloa.
El Altiplano se encuentra ubicado en el Estado de México y fue construido entre 1988 y 1990, pero recibió a sus primeros internos hasta finales de 1991. El cual puede albergar alrededor de 800 prisioneros en los 260 mil metros cuadrados que tiene.
Foto: Cortesía
Medidas de seguridad de la prisión
Este penal es considerado como de máxima seguridad, pues sus paredes tienen un metro de espesor, con el objetivo de frustar cualquier intento de fuga; aunque sabemos que hay quienes logrados escapar por otras rutas, como Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán en el 2015.
Cabe mencionar que la comunicación está restringuida en la zona, a 10 kilómetros a la redonda, para evitar que los internos puedan estar en contacto con personas del exterior que no están permitidas por las autoridades.
El Altiplano cuenta con todo tipo de sensores que te puedas imaginar, desde los clásicos para detectar metal, hasta para identificar drogas, explosivos y por su puesto de presencia.
Cada celda cuenta con una cámara de vigilancia, y cada vez que vas a salir de esta debes despojarte de la ropa para que los guardias puedan confirmar que no llevas contigo ningún objeto que pueda causar problemas, de acuerdo con lo publicado por el portal de la BBC.
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En los últimos años por recomendaciones de Derechos Humanos existen dos puntos ciegos dentro de cada celda, esto para darle privacidad a los internos al momento de usar el retrete y la regada. Curiosamente es la zona por donde consiguió escapar Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán en el 2015.
Los elementos de seguridad de El Altiplano con frecuecia golpean las paredes que tienen un metro de espesor y los pisos, esto para asegurarse que no tengan huecos por el que alguno de los reos esté pleneando escapar.
