8 EJES DE QUIRINO
Por Benjamín Bojórquez Olea 05 Julio 2019
SOBRE EL CAMINO
En el escenario sinaloense y para el ciudadano común, ¿Cuál ha sido el éxito del buen gobierno humano de Quirino Ordaz Coppel y de su compañera de vida, Rosy Fuentes de Ordaz? La definición más recurrente determina, y no necesariamente en el mismo orden, que el buen gobierno es: a) el que proporciona y garantiza servicios públicos con eficiencia y calidad; b) el que promueve la transparencia y una opinión pública libre y liderazgo responsable; c) el que garantiza e invierte en salud, educación de calidad, seguridad y bienestar a los ciudadanos; y d) el que crea las condiciones favorables para un crecimiento económico estable y generador del bien común. En contrapartida obvia, el mal gobierno es señalado cada vez más como una de las causas principales de los males sociales. Sin duda son muy pocos gobiernos que han llegado a conseguir un buen gobierno en su totalidad (nótese que este organismo asocia al buen gobierno con la ciudadanía, tema del cual nos ocuparemos en próxima ocasión), y que para asegurar un desarrollo humano sostenible, es necesario emprender acciones para alcanzar este ideal y convertirlo en realidad. Son ocho las principales características que debe tener un buen gobierno: participación, legalidad, transparencia, responsabilidad, consenso social, equidad, eficacia y sensibilidad. Todos estos factores se aplican durante el proceso de decisiones que conforman la gobernanza. En este proceso de toma de decisiones, el buen gobierno de Quirino Ordaz Coppel es que cuida que los indicadores de corrupción sean mínimos, escucha y atiende las demandas de mayorías y minorías, escucha a los grupos vulnerables y fortalece lo que llamaríamos visión de Estado, en la que figure la atención a las necesidades presentes y futuras de la sociedad. La participación ciudadana en el proceso de decisiones, es el punto clave de un buen gobierno, sea directa o por conducto de intermediarios, instituciones o representantes legítimos de la sociedad. Esta participación debe estar informada, bien organizada y caracterizada por la libertad de expresión. Ante todo eso, Quirino Ordaz Coppel marca tendencia nacional, y por ello continua bien calificado y bien visto por Andrés Manuel López Obrador. El contexto de legalidad en la que se ha empeñado Quirino Ordaz Coppel para un buen gobierno no es condición menor, que se protejan los derechos humanos, sobre todo los de las minorías vulnerables. La aplicación imparcial de la ley exige además, como lo mandata nuestro federalismo, de un poder judicial independiente, dotado de una Incorruptible fuerza política. El buen gobierno de Quirino ha requerido que su aparato funcione con responsabilidad. Por eso se llama a sus integrantes funcionarios públicos. Que las instituciones sirvan a toda la sociedad y atiendan y resuelvan los problemas en un tiempo razonable y de carácter personal. Latransparencia significa que las decisiones tomadas se ejecuten apegadas escrupulosamente a la ley y que la información estará a disposición de los ciudadanos que sean afectados por las medidas tomadas. Nada hay tan importante en una sociedad compleja y desigual como la nuestra, que lograr consenso en torno a las decisiones de gobierno. Esto se logra con un esfuerzo de mediación perseverante para unificar criterios. Ayuda, y mucho, el propiciar el acercamiento de la sociedad a sus raíces históricas y culturales, y en general a todo aquello que contribuye al concepto de nuestro Estado de Sinaloa.
GOTA Y CHISPA:
El bienestar para una sociedad depende de que se asegure que todas las políticas para lograr este objetivo son incluyentes, lo que implica proveer a todos los grupos, especialmente a los más vulnerables, de oportunidades para alcanzar, mejorar o mantener su bienestar. “Eso es equidad”. El buen gobierno también que le ha imprimidoQuirino Ordaz Coppel garantiza buenos resultados a la ciudadanía, lo que conlleva una condición: utilizar los recursos públicos disponibles con eficacia y pulcra honradez. Finalmente está la sensibilidad de Quirino: todo buen gobierno está obligado a ser sensible ante las demandas sociales, en el entendido que la sensibilidad debe ser transparente y con respeto a la ley. “Es cuanto”. “Nos vemos el Lunes”…