Comenzaré mi artículo de hoy con un ejemplo que a título personal nos mantiene divididos y que urge que Morena en Sinaloa cambie de trasplante de hígado. Me explico… Vicente Fernández fue duramente criticado y con razón, porque dijo esto: “Me querían poner un hígado de otro cabrón y les dije”: “Yo no me voy a dormir con mi mujer con el hígado de otro güey. No sé si era homosexual o drogadicto”. Chente padece cáncer y necesitaba un trasplante de hígado, pero lo rechazó. No le fuera a tocar uno que sea…. Que no sea uno de su agrado pues. El de las Mujeres Divinas necesitaba algo urgentemente que pueda salvarle la vida y no lo quiso… En contra de todas las pruebas medicas, lo borró de un plumazo gracias a sus prejuicios, a sus creencias… Aun y cuando estaba en peligro su vida, no estaba dispuesto a ceder ante eso en lo que él cree: no quería el hígado de un homosexual o un drogadicto. Fin de la discusión. El papá del potrillo me puso a pensar…. Porque en Sinaloa rechazamos ese “trasplante” que nos urge para seguir avanzando o existiendo. Lo que pasó lo podemos resumir así. La conducta de Morena en Sinaloa tanto Alcaldes de las principales ciudades del estado, legisladores locales y federales y senadores en su mayoría de Morena sufren de una miopía que avanza aceleradamente generando desprecio, amargura y por más que digan que son la salvación de este país y, sobre todo, Sinaloa, no pueden tapar el sol con un dedo. Técnicamente los Ayuntamientos de Mazatlán, Culiacán, Guasave y Los Mochis y algunos otros han generado confrontación, ineficiencia, abandono y división, claro está, que su incompetencia para “gobernar y administrar” los municipios antes citados son una clara prueba de que estos gobernantes no saben en realidad cual es su función como criaturas de la 4T. En pocas palabras se están dando un balazo en el pie. Nos urge un “trasplante” en los municipios que agonizan, pero debido a sus creencias de estos representantes del pueblo, a la cual continúan recetándole medicinas donde el hígado no termina de liberarse del dolor que provocan las acciones y actitudes, todo por permanecer en el poder, usando las mismas prácticas de los políticos de hace décadas. La razón esencial de este análisis reflexivo, requerimos de gobiernos mejor organizados, de legisladores que no sean dominados por sus intereses clientelares, porque es fácil juzgar el pasado, peor aún, evadir la congruencia y dignificar el odio pensando únicamente con el hígado y no con la cabeza. Nos urge un “trasplante” en nuestro entorno, porque en medio de una crisis de contaminación política pedimos como medida: no prender inciensos ni velas o dejar de hacer carnes asadas, imaginando que estos miembros aldeanos no le abonan a los criterios expuestos de la misma oficina más refrigerada del país. Nos urge un “trasplante” en el diálogo, porque aunque sabemos que necesitamos un debate público serio los legisladores se la pasan desintegrando leyes ante una constante lucha e irresponsabilidades que deterioran la imagen y credibilidad del recinto legislativo. Nos urge un “trasplante” en la justicia, porque en lugar de encarcelar a los delincuentes y corruptos seguimos creyendo que solo borrando al PRI y al PAN se van a acabar los saqueos. Nos Urge un “trasplante” completo de conciencia, pero parece que – como Chente Fernández – Morena en Sinaloa no está entendiendo que con esa conducta desmedida afectamos al desarrollo y a la unidad que se requiere, para ampliar las avenidas en una sola dirección. Y si no cambian seguiremos empeorando… poco a poco, ya que el cáncer en el hígado suele ser muy agresivo.
GOTA Y CHISPA:
Finalmente desde que Morena se convirtió en partido político, tuvo claro que su tarea sería transformarla en un autentico partido político, con estructura y cuadros. Con el tiempo se sabrá si tendrá éxito, pero lo que es impostergable es impedir que, en el proceso a la cual quiera estructurarse como partido, Morena empiece a dividirse en facciones, a trivalizarse, como le ocurrió al PRD. Si, como hasta ahora, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, ocupado en su 4T cumple eso de “no meterse en asuntos del partido” o mantiene “sana distancia”, se hará realidad su peor pesadilla: Morena repetirá los errores del PRD y todo habrá sido inútil. Lo que significa que, Morena en Sinaloa se está equivocando de estrategia, mientras juega a hacerse el mártir y hacer creer a la sociedad de que ellos son los salvadores o los apóstoles del mesías, los judas en su interior serán sus principales detractores. “Al tiempo”. “Nos vemos Mañana”…