Alejandro Higuera… ¿el siguiente cesado?
Por Juan Manuel Partida 24 Junio 2022
Altoparlante
Porque fue advertido y no ha querido
entender, Alejandro Higuera Osuna está en capilla y puede ser cesado como
secretario particular del gobernador de Sinaloa.
Rubén Rocha Moya casi perdió por completo
la paciencia ante un “Diablo” que juega como pirómano y bombero, provocando
incendios en lo oscurito para aparecer en la mesa como el salvador apagafuegos.
Muy molesto anda el jefe del ejecutivo
estatal porque Higuera Osuna es acusado de promover la demanda del grupo ARHE
contra el secretario del ayuntamiento de Mazatlán, Édgar Augusto González
Zatarain.
Recordemos el “Édgar es mi amigo”, de Rocha
Moya al alcalde Luis Guillermo Benítez Torres, con advertencia incluida.
Que fue un pleito provocado por “El
Diablo”, en venganza porque quedó casi sin controles en el gobierno del puerto
donde se dan los hombres.
Un hecho ocurrido el fin de semana pasado
en Mazatlán puede ser la gota que derrame el vaso.
De manera muy grosera, Alejandro Higuera
impidió que continuara la entrevista a un funcionario durante un acto
encabezado por el mandatario sinaloense.
Que estaban prohibidas las entrevistas que
no sean con el jefe, fue lo que argumentó.
Si como presume esa instrucción es de parte
de Rubén Rocha, su secretario particular lo exhibió gacho como intolerante y
falto de respeto al trabajo de los periodistas.
Grave, también, si todo es un invento o una
interpretación indebida por parte de Alejandro Higuera.
Rocha Moya queda entre la espada y la
pared.
O aclara y sanciona, o calla y otorga.
No bastaría con alegar que todo fue una
mala interpretación, y perdonar el “error”.
Con el problema de que sólo los ingenuos y
los aplaudidores creerían el supuesto de que lo de impedir entrevistas fue pura
ocurrencia del secretario particular.
¿ES REGIDOR O REGIDORA?
Con el riesgo de que me quiera tirar con su
rímel y su lápiz labial, estoy obligado a exhibir a Carlos Roberto Valle
Saracho como un vividor ambicioso y deshonesto.
Hace más de un año tuve fuertes discusiones
con este abogado, y de entonces a la fecha me ha llegado información que lo
confirma como un ser humano de lo más miserable.
Quiso ser candidato a alcalde de Ahome por
el Partido Sinaloense, y terminó como regidor en la candidatura encabezada por
Gerardo Vargas Landeros.
Fue nombrado coordinador de los regidores
del PAS, pero hace unos días se declaró independiente tras renunciar a este
partido que ingenuamente le creyó sus mentiras.
Valle Saracho era noticia constante por sus
numerosos conflictos políticos y personales ante los que exigió la protección y
complicidad de sus “amigos”.
Pero cuando no le llueve le llovizna.
Desde la colonia 12 de Octubre de Los
Mochis nos informan de una posible demanda que acusará que a Carlos Roberto
Valle le encanta ser sometido sexualmente por jovencitos menores de edad.
Lo que no sabemos bien es si la denuncia
será nada más para confirmar que al litigante le encanta el arroz con popote o si
se exigirá la entrega de unos tenis prometidos y no entregados a los chamacos.
Valle Saracho cobra más de 20 mil pesos
mensuales como funcionario en la vicerrectoría de la UAS en la zona norte, y lo
señalan como aviador.
Que no es novedad, me aseguran quienes amenazan
airear detalles de dos casos antiguos en los que se relaciona al abogado Valle
Saracho.
Uno tiene que ver con el célebre
narcotraficante Miguel Ángel Beltrán Lugo, mejor conocido como “El ceja güera”,
y el otro con el homicidio de un carrocero casi al término del siglo pasado.
Si Valle ya no aguanta tanto madrazo,
imagínese usted con las ampliaciones.
Se está quedando cada vez más sola.
EL MÁS ASESINO Y CRUEL
Lopitos continuará con sus abrazos no
balazos, sin importar cuántos mexicanos más mueran por sus complicidades con el
crimen.
México se tiñe de sangre todos los días,
pero el hipócrita asegura que su gobierno es exitoso contra la inseguridad y la
delincuencia.
Tenemos un presidente asesino con millones
de cómplices que le aplauden matar inocentes.
Un México gobernado por los delincuentes, patrones
del político más cobarde de nuestra historia.
Y se quiere reelegir, como si de verdad
sirviera para algo.
La inevitable frustración de ver que con
enorme impunidad se destruye a nuestro país y a nuestras instituciones, sin que
el pueblo se inmute lo suficiente.
Gravísimo error es el de dejar que la
historia sea el verdugo de quienes todos los días nos mienten, nos roban y nos
matan.
Ya basta; necesitamos hacer algo más de lo
hasta hoy hecho.