Opinion

ASALTO AL PODER…

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Por Benjamín Bojórquez Olea 22 Agosto 2019

SOBRE EL CAMINO

La estabilidad política emigra a posibles especulaciones y distractores en la agenda y párrafos políticos de Sinaloa. En efecto, la situación y adelanto de lo que se gesta por distintos grupos de derecha e izquierda no es para menos, sobre todo, para quienes pretenden hacer sus combinaciones de personajes que ya son “fotografía jurásica” y sin un estudio real y coyuntural. Sinaloa modifica el tablero político y una consecuencia de la nueva distribución del poder en Sinaloa es que se adelanta la sucesión gubernamental de 2021. Entre los ganadores de un cargo de elección popular destacan figuras que aspiran cautelosamente a ocupar el cargo de gobernador. Son hombres y mujeres de larga trayectoria política a los que no hay que perder de vista porque a partir de “YA” tejen muy fino para convertirse en candidatos o candidatas al cargo que hoy ocupa Quirino Ordaz Coppel. Puede parecer absurdo que apenas estemos cerrando un ciclo electoral y ya discurramos sobre los políticos que buscarán gobernar a partir de 2021. Pero para quienes aspiran al máximo cargo de responsabilidad en el estado es de vital importancia ir construyendo desde ahora bases sólidas que den viabilidad a su aspiración. Luego de las elecciones del primero julio de 2018 han surgido nuevos jugadores en el tablero político. Unos fortalecidos, otros disminuidos, algunos más en bancarrota pero todos con aspiraciones para seguir en la disputa por los espacios de poder. A partir de septiembre y con más fuerza en 2019 seremos testigos de un reacomodo de fuerzas políticas y del surgimiento de proyectos que tendrán como objetivo tomar por asalto Palacio de Gobierno. Muchos actores políticos habrán de alinearse alrededor de personajes que real o ficticiamente son percibidos con alguna posibilidad de llegar a ser precandidatos o precandidatas al gobierno estatal. Son muchos los vecinos del sur, centro y norte del estado que mueven a sus criaturas con el único objetivo de posicionar al próximo tlatoani. Todos irán maniobrando con sigilo para intentar quedarse con la candidatura o ser parte de un proyecto ganador. Falta mucho para que veamos quiénes logran consolidar un proyecto de esta naturaleza, pero por lo pronto nada de lo que hagan o dejen de hacer estos personajes deberá ser interpretado como un hecho aislado, inocente o desprovisto de intencionalidad política. Siempre habrá en su actuación una motivación estratégica. Cada iniciativa, complot, maquinación, alianza, presencia o ausencia que hagan estos prospectos deberá ser interpretada como una jugada táctica que busca obtener ganancias que sumen al proyecto de “asalto al poder”. Los que quieren y pueden saben que nada les va a caer del cielo. Tendrán que librar duras batallas primero al interior de sus partidos y luego afuera contra otros competidores. Por eso cuidarán su imagen, amarrarán alianzas y evitarán dar batallas pírricas. Paciencia, prudencia y presencia será la receta más útil. Deben llegar intactos, fortalecidos y con suficientes medallas en el pecho al 2020, año en el que el juego sucesorio será más abierto y agresivo. Una primera batalla que deberán librar los que aspiren a ser candidatos en 2021 es apropiarse o por lo menos tener una influencia determinante en sus respectivos partidos. Luego de los malos resultados que tuvieron el PRI, PAN, PAS y PRD en la pasada elección, ya germinan en su interior crisis que terminarán por desplazar a los actuales dirigentes y sus camarillas. Todo indica que ha empezado una guerra fratricida en sus entrañas. Aunque debilitados, estos aparatos partidistas son indispensables como base e instrumento de apoyo de cualquier proyecto político. Apropiarse de ellos significa contar con jugosos presupuestos y plataformas de proyección política y mediática.

GOTA Y CHISPA:

Aquí en Sinaloa es casi seguro que habrá cambios en el PRI, PAS y PAN. En el PRD no hay la certeza de quien se quiera quedar con el cascarón maltrecho que ha quedado de este partido. Podría confirmarse en los próximos meses la formación como partido político Redes Sociales Progresistas (RSP), convenciendo como un nuevo partido no contaminado, ya que sería una alternativa formar su propia organización y alianza política para lo que se ofrezca como partido satélite. Respecto al partido Movimiento de Regeneración Nacional, este partido está por convertirse en un botín muy codiciado y peligroso a la vez. Ya iniciaron las primeras confrontaciones en su interior. Si acaso logra resolver los conflictos domésticos y colocar a una figura con fuerte presencia y liderazgo en la dirigencia estatal, puede convertirse en una organización poderosa. El tema aquí es que siguen una lucha intestina sin oficio y beneficio en contra del ejecutivo estatal, lo que significa, jugar y romper todo tipo de acuerdo político donde además se califica como una jugada vieja y sin orden del Senador de la República, Rubén Rocha Moya. El PAS y su líder Héctor Melesio Cuén Ojeda jugarán un papel determinante en la próxima elección, ya que también cuenta con estructura, además de no ser un partido contaminado. Finalmente si sigue el patrimonialismo y la exclusión, el tricolor seguirá en caída libre y sus posibilidades de refrendar la gubernatura en 2021 serán mínimas. “Nos vemos Mañana”…