Opinion

Cayó el primer “tiburón” de la corrupción

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Por Oswaldo Villaseñor Pacheco 26 Octubre 2018

SIN QUITARLE NI PONERLE

En nuestra columna Transición del pasado domingo 14 de Octubre, en uno de los pasitos pusimos el siguiente comentario.


Cuentan que el chonte está entonando. ¿Será?. ¿Irá a cantar de nuevo?.


Hay quienes aseguran que le puede hacer la competencia a Luis Miguel quien tendrá su concierto en Culiacán. –Fue el pasado martes 16.-.


Ya veremos dijo el ciego.


Habrá que estar pendientes.


Hasta ahí el comentario.


Desde esas fechas, en altos niveles de gobierno, se hablabla, se rumoraba, que varios ex funcionarios de la administración Malovista pudieran ser llevados ante la justicia por delitos considerados de corrupción.


El caso del Tiburonario de Mazatlán, el mismo que se desplomó y tuvo pérdida total, apenas a escasos días de haberse inaugurado, había dado mucho de qué hablar durante casi toda la administración Malovista.


Los constantes señalamientos de actos probables de corrupción se fueron dando conforme de invertían poco más de 100 millones de pesos de dinero público.


Finalmente, la obra colapsó y la responsabilidad se la echaban no solo una administración municipal de Mazatlán, sino tres, quienes nunca quisieron recibir de parte del Gobierno Estatal la obra considera como parte del equipamiento urbano municipal por considerar precisamente que existían muchas irregularidades en su construcción.


Desde aquel entonces, el caso Tiburonario confrontó y enfrentó no solo a los entonces alcaldes panistas, Alejandro Higuera y Carlos Eduardo Felton quienes unos a otros se echaban la responsabilidad.


Al final, con la llegada al poder del priista Fernando Pucheta, la confrontación subió de tonó porque este también se negó a recibir una obra que a los días de haber asumido la presidencia municipal se desplomó.


Así, tras el desplome del Tiburonario, la Auditoria Superior del Estado, se sabe, inició una auditoría e investigación que terminó en una denuncia penal ante la Fiscalía General del Estado, y por parte del gobierno municipal municipal en la aplicación de sanciones administrativas.


Los ex alcaldes panistas Alejandro Higuera y Carlos Eduardo Felton fueron inhabilitados para ocupar un cargo público y aún se encuentran en litigio ante el Tribunal de Justicia Administrativa.


Después de meses de investigación por parte de la Fiscalía General del Estado y de integrar la carpeta la Fiscalía Anticorrupción, se determinó que la responsabilidad de las irregularidades detectadas recayeron en funcionarios estatales de la Secretaria de Obras Públicas del Gobierno Malovista.


¿De quienes? Siempre se ha hablado de varios, pero hasta ahorita ya hay un funcionario detenido en la persona de Dionisio Sánchez Félix.


¿Estará involucrado José Luis Sevilla, extitular de Obras Públicas?. Quien sabe, pero trascendió que él por si las moscas, ya se amparó ante la justicia federal para evitar ser detenido por las autoridades locales.


En fin, la historia del Tiburonario, ya arrojó la captura del primer tiburón de la corrupción –aunque está chiquito- y ayer un juez de control penal lo vinculó a proceso.


El juez determinó como medida cautelar el que el imputado pueda salir del país, además de obligarlo a firmar cada 15 días ante el juzgado.


El juez concedió un plazo de cuatro meses para iniciar el proceso complementario y celebrar la nueva audiencia por allá en el mes de febrero.


En este tiempo, la Fiscalía aportará las pruebas para demostrar la culpabilidad de su acusado y el imputado, podrá cantar, contar y aportar pruebas en la defensa de su inocencia.


El canto del chonte ha iniciado y todavía se dice, faltan varios que vayan a formar parte de las filas del coro.


Por lo pronto, Dionisio Sánchez, se pregunta o se ha de preguntar por qué él y no los jefes o quienes en realidad tomaban las decisiones.


Esta historia continuará.


Así sin quitarle ni ponerle


Habrá que estar pendientes.

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