CM: “ALCALDE DE HIELO”

Por Benjamín Bojórquez Olea 25 Enero 2019

SOBRE El CAMINO

Pocos conocidos, un Ayto acotado y en ruina política, y un gato oscuro que los observa en silencio, forman parte de un escenario político que podría resultar común para una generación que está saliendo del desapego familiar del PRI, pero que todavía sigue teniendo vestigios de una emancipación, porque la emotividad es un lazo que permanece invisible. El experimento imaginario del gato de Carlo Mario, en el que un felino es enclaustrado en una caja, junto con un dispositivo que podría —o no— activarse para soltar un veneno en cierto tiempo determinado, ofrece El efecto “CMOS”, una duda cuántica para el observador al momento de abrir el cuadrado hermético, ¿El gato de “Tierra Santa” está muerto o sigue vivo? El espectador posesivo se vuelve cómplice de ellos al interior del Ayuntamiento y la ficción funciona como un laboratorio de sus comportamientos que son más ajenos al mundo y se vuelven cada vez más particulares entre ellos. Como en una novela de intriga política, en “Tierra Santa”, Salvador Alvarado, seguimos sin Alcalde. La obsesión de Carlo Mario Ortiz Sánchez puede ser el arma más letal para apresurar una derrota sin necesidad de ir a las urnas en el 2021. Cuando un personaje del poder aldeano, pierde la dimensión de su propia realidad, está en la antesala de una crisis sin fondo, donde su imagen, discurso, posicionamiento y amarres políticos pueden ir directamente y en detrimento al vacío. A meses de haber asumido el poder en Salvador Alvarado, Carlo Mario Ortiz, ha tocado dirimir con tanta polarización en los círculos de poder, pues en la sociedad Alvaradense de a pie, lo que se percibe es un hartazgo social muy importante debido a una conducta radical donde en las altas esferas ya empiezan a dudar y a verlo como un personaje posesivo y de un alto grado de traición longevo, lo que significa a futuro tambien. Todo lo anterior muestra al PRI o Morena en “Tierra Santa” como una voltereta de pacificación y adhesión del alcalde que se resiste a respaldar una búsqueda de supervivencia, claro sin importar una ideología política, más bien, no encaja porque jugar con todos al final cobrará factura debido a una estructura olvidada por complicidades del “Alcalde de Hielo”. Las necesidades de Carlo Mario siempre van implícitas al desacuerdo y traiciones que con el paso del tiempo se vuelven más monótonas y sugestivas. Faltan dos años y fracción para ir a las urnas y el Partido Revolucionario Institucional podría llevarse sorpresas donde el mismo “CMOS” ya empieza a recibir órdenes, además, dos cambios recientes en la función pública en Salvador Alvarado no obedecen a los propios intereses personales de CM, esto es una clara prueba de un desmantelamiento político que conforme avance su mandato se irá debilitando a tal grado de un deceso político. Lo que hace meses atrás fue una gran bandera política, hoy se disipan ante los excesos, el cacicazgo y las imposiciones del grupo de Carlo Mario, identifica en su principal impedimento para tener el camino allanado y conseguir fácilmente una candidatura futura en el tricolor u en otra plataforma política. Muchas son las historias que giran en torno al alcalde Carlo Mario, desde los negocios hechos al amparo del poder en Salvador Alvarado, el desdén con el que trata a muchos personajes políticos que al final le cobrarán una factura, por sentirse un “Tótem” sagrado en el PRI cuya victimización ha dejado de ser funcional. No son pocas las voces al interior del Ayto y del PRI que velan armas, porque querer imponer su voluntad sería la peor muestra de autoritarismo del príncipe de Asturias en Salvador Alvarado. A este honorable señor, se le olvidan las verdaderas bases de credibilidad e institucionalidad, las fuerzas vivas del real priismo, personajes que mucho antes de que él llegara a presidir la silla política más importante de mi querida “Tierra Santa” ya susurran negativamente en las principales salas, negocios y restaurantes de la localidad de Guamúchil.

GOTA Y CHISPA:

Carlo Mario ha mostrado falta de tacto, no es de extrañar como lo comentamos líneas arriba, que diversos miembros de su gabinete le jueguen la contra, ya que se dice que más de uno buscará otra alternativa política debido al trato posesivo e inmaduro del alcalde en turno. Por ello y sin el afán de menospreciar a los personajes de reciente adhesión a Morena, éstos tienen poca coincidencia, ya que más de un priista de sepa cambie de retorica en relación a quien gobierna. Hoy me quedo con esta imagen reprobable que siempre recordaré de este alcalde: empujando la silla de ruedas a favor del joven, Amílcar Angulo Llanes. “Al Tiempo”. Serán los nuevos tiempos, o bien, serán los tiempos donde los negocios y los pactos florecen al amparo de las complicidades. “Digo”. “Nos vemos el Lunes”…