“La mano que mece la cuna es la mano que gobierna el mundo”, William Ross Wallace
EN DUDA
Fue el acabose, la diputada presidenta de la Junta de Coordinación Política se brincó las trancas sobremanera, estaba en veremos su capacidad como coordinadora de diputados de Morena, así como en duda el que cumpliera acuerdos con las demás fracciones, pero ayer se brincó la barda.
Graciela Domínguez Nava, ha resultado ser muy astuta a la hora de planear actos circenses en el Congreso con recursos públicos auspiciados por sus asesores que dejan sus cargos en el recinto legislativo para unirse a las hordas.
Las diversas fracciones, del PAN, PRI, PRD y PT alzaron la voz de manera definitiva, y denunciaron la falta de acuerdos por parte de la fracción de Morena de no permitir que actos vandálicos con hordas pagadas por el partido mayoritario acudieran al Congreso.
Pero, no fue así, en conferencia de prensa, los integrantes de las demás fracciones parlamentarias mostraron el acuerdo donde Morena se comprometía a no permitir el acceso a este tipo de personas.
El tema es que aunque Graciela jure y perjure que ella no tiene nada que ver y se rasgue las vestiduras en señal de ofensa hacia su persona, hay algo que no está cuidando, que los porros que traen el desorden entre los presentes, cobran del erario público.
Tal es el caso tres de ellos, dos de ellos son asesores de la diputada Graciela Domínguez y que de buenas a primeras se sube con los manifestantes a gritar en contra de las acciones de los diputados que no son de su partido. (si así la asesoran, no le ayuden)
Pero, simplemente estos personajes no han sabido ser disimulados con este tema, y Graciela aunque no quiera, queda en evidencia, pues son gente que ella tiene a su cargo con sueldo dentro de la nómina.
El tema aquí es que la aplicación de la ley que Morena sigue pregonando en el interior del Congreso es efímera, Graciela ha demostrado que es maquiavélica, incompetente, pero sobre todo incumpida e irresponsable con su labor como encargada del recinto legislativo.
Extraña de alguien que es su segunda oportunidad como legisladora y que se esperaba que con esa experiencia tuviera la capacidad de generar acuerdos, pero el tiempo ha demostrado que no tienen interés en hacer las cosas más que a su conveniencia.
Graciela, bajo órdenes del senador Rubén Rocha Moya han tenido la planeación, dirección y bajo consenso de realizar estas acciones, y les ha funcionado, es tan sencillo como crear distractores.
Si bien, en estos momentos, la diputada no está dentro de la palestra de lo que está ocurriendo, es derivado de que las huestes de Morena hagan al pie de la letra lo que les digan y para eso los diputados se han vuelto buenos.
Y viera cómo han comenzado a crear conflictos internos, la razón es que se desvíe la atención de lo que se está realizando por medio de la prensa las acciones de los legisladores, su propia condición natural.
El hecho está en que se está preparando en el Congreso local una embestida en el tema de las cuentas públicas, para todos los municipios incluyendo la cuenta pública.
Los incondicionales de la diputada para estos casos son el diputado Pedro Álvarez Lobo, Flor Emilia Guerra, Marco Antonio Zazueta, Yeralidine Bonilla y Apolinar García ellos son los perros de guerra de Graciela.
Lo ocurrido ayer en el Congreso local es muestra falta de capacidad, de la falta de acuerdo, de la falta de cerebro de algunos diputados, pero sobre todo de la falta de compromiso por el estado de auxiliarlo en temas más importantes.
La política chicharronera de Graciela es ofensiva y agresiva para los sinaloenses.