Un comparativo de partido a partido entre Morena y el PRI, al margen de los votos que aportaron en sus respectivas alianzas, arroja resultados interesantes.
En 2018 en Ahome Manuel Guillermo Chapman ganó la presidencia municipal con 78 mil 537 votos (39.9%) de Morena, contra 54 mil 719 (27.8%) del PRI. Una diferencia de 12.1% respecto a la votación total emitida para esa elección.
Aurelia Leal López, candidata a la presidencia municipal de Guasave en 2018. Ganó la elección con 51 mil 265 votos (38.84%) que le aportó Morena, contra los 45 mil 946 (34.81%) que el PRI le dio a su candidata. La diferencia entre uno y otro partido fue de solo 4.03 puntos porcentuales.
En Culiacán Jesús Estrada Ferreiro obtuvo 170 mil 601 votos en la coalición, de los cuales 149 mil 423 (38.48%) fueron aportados por Morena. El PRI a su candidato le dio 119 mil 447 votos (30.76%). La diferencia entre la votación de Morena y PRI en esa elección fue de 7.72 puntos.
En Mazatlán el 2018 Luis Guillermo Benítez “El Químico”, ganó la presidencia municipal con 71 mil 738 votos (36:66%) exclusivamente de Morena, mientras que el PRI a su candidato a alcalde le aportó 62 mil 571 (31.97%) sufragios. Una diferencia 4.69 puntos porcentuales.
¿Les parecerá cómoda y segura esa diferencia a los dirigentes morenistas? En mi criterio, no debería parecerles. Si piensan y miden su realidad actual, deben recordar que de 2016 a 2018 hubo municipios en los que Morena creció 2 mil 500 porciento de una elección a otra, pero habría que analizar si de 2018 a la fecha, esa tendencia ha bajado.
Preguntemos a los electores de Mazatlán, Culiacán y Ahome que piensan del trabajo que han hecho en este año y dos meses sus presidentes municipales.
Ahí pueden encontrar sorpresas que no les van a gustar.
Pese al desprestigio y pasividad del PRI y el PAN, estos son partidos que no están liquidados, y si piensan con estrategia electoral, podría haber una buena coalición entre ellos y con otras fuerzas locales y con ello pueden convertirse en la sorpresa a nivel nacional.