CUÉN: ¿LA PIEZA?
Por Benjamín Bojórquez Olea 09 Enero 2019
SOBRE El CAMINO
La Ciudad Prohibida de Beijing, al igual que Troya o Cartagena tuvo solamente un problema: la tentación de ser demasiado perfecta para ser verdad. Estos palaciegos relativamente pequeños de entre miles de hectáreas, albergaron durante siglos los tesoros políticos y económicos más valiosos de imperios que buscaban no mucho más que vivir en paz y en busca de la congruencia y de la nueva forma de hacer política. Sin embargo, en un mundo de intereses, sobre todo uno como el actual, no se puede prescindir de la notoriedad que da una ciudad u Estado en pleno apogeo. El nacimiento de una metrópoli representa retos, oportunidades y riesgos. Acuérdense que los intereses hacia el 2021 en Sinaloa traen circunstancias que al mismo líder del PAS, Héctor Melesio Cuén Ojeda, pudieran asumir en una misma construcción, porque lo inimaginable en lo perceptible pudiera ser el mecanismo de defensa de no salir las cuentas acotadas de los principales actores de los grupos de facto, y además de los diversos empresarios y políticos que controlan la idiosincrasia común. Por eso cuando uno piensa en ciudades como Sinaloa, símbolo del campo y de la nueva modernidad, pero con el atractivo de ser un Estado predilecto, situada en el corazón histórico y geográfico del narco en el país, no queda más que pensar en la “vara alta” que tienen sus gobernantes y posibles divisiones futuras, uno piensa en la contaminación y rupturas que desde el centro del país dan señales de evaluación que de choque, de eso se encargan las criaturas aldeanas, lo demás es cuestión de enfoque estratégico. Cuén Ojeda juega un papel silencioso, esto no se le puede atribuir a él mismo nada más, esto tiene lecturas, pero, el común es uno; el juego a la política. Y aunque, el Estado y la nueva ola de Morena da margen a especulación directa, lo cierto es que Tatiana Clouthieral instalarse como la uno y dos, con la diputada federal, Merary Villegas, pudiera salir favorecido el todavía vivo, Héctor Melesio Cuén. Si Rubén Rocha Moya se le finca poco a poco su candidatura en Sinaloa que desde luego se empieza a gestar, desde el centro del país pudiera generarse un cambio radical del nuevo coctel de intereses y amistades que pudieran sacrificarse, entonces, si las marcas están muy devaluadas, las distancias se acortan y las necesidades políticas serían otras. Por eso, me pregunto: ¿De verdad se permitirá que la promesa de Sinaloa se esfume con el aroma a cacicazgo? ¿Vencerá la ola Pasista durante esta guerra de intereses personales y económicos por lo que pasa Sinaloa? ¿Vencerá la mecha corta de Morena, ante la búsqueda del dinero a los rubros que teóricamente el mismo pueblo busca tener las carteras con billetes? No quiero imaginar la guerra de egos entre todos los colores y sabores que desde el otro lado de la cancha se encuentra el posible nuevo mesías en Sinaloa. Ahora bien, que debe hacer próximamente el líder del PAS en Sinaloa, empezar a distribuir el poder y no dejarlo cerrado a un solo circulo político, lo demás se da solo y en detrimento gregario. Es importante se hagan un auto análisis los actores que fincan su supervivencia, ya que es importante ubicar esas diferencias en la escala de las dimensiones estratégicas. Unas son políticas, otras económicas y otras sociales. Sin embargo, la incertidumbre en torno a proyectos estratégicos, estando tan lejos de Dios, pero tan cercano a tener mayoría en el Congreso y tener la firma presidencial, comienza a generar incertidumbre. Enviar mensajes de “cerrazón”, no sólo inhibirá las inversiones e incentivará la pérdida de valor del peso, sino que la política de austeridad será de lo que dependamos, al menos en el próximo año. Y eso, es jugarse un volado, sobre todo con la retórica ferviente de la cuarta transformación del país.
GOTA Y CHISPA:
De tal manera que, la discontinuidad política, no es de manera endeble una transformación del régimen. Es en sí, un cambio de percepciones y de aproximamientos a los fenómenos gubernamentales y políticos. Pero si las percepciones se quedan en percepciones y los aproximamientos a los problemas solamente se quedan en aproximamientos. Y al mismo tiempo, en el sueño de la reconstrucción comienzan a aparecer los “déjà vus”, entonces todo habrá sido un gran imaginario social. Esto podría provocar distanciamientos y el líder moral del Partido Sinaloense en Sinaloa, Héctor Melesio Cuén Ojeda, comience a emerger hacia la credibilidad social, con el otro ingrediente toral, ser la pieza y rescate que busquen tanto arriba como abajo. “Al tiempo”. “Nos vemos Mañana”…