Opinion

Culiacán está de regreso, el recuento de los daños

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Por Oswaldo Villaseñor 21 Octubre 2019

TRANSICIÓN

Culiacán está de regreso. Así como si se tratara de un truco de magia ante los ojos y asombro de los culichis, a las primeras horas de la tarde,-hora de comer- aparecieron cientos o miles de sicarios fuertemente armados.

El primer acto, como se si tratara de un acto de magia, la tranquilidad se había perdido. La zozobra, el miedo, el pánico, se había apoderado de la gente que en esos momentos estaba en Culiacán.

Las ráfagas de bala se escuchan por todos lados. La gente se tiraba al piso o se escondía dónde podía.

Las fuertes columnas de humo y fuego empezaron a aparecer por diversos puntos de la ciudad. Los sicarios incendiaban autos, camiones en los principales puentes de acceso a la zona del Tres Ríos y tomaba el control de zonas estratégicas como el aeropuerto, la zona militar entre otros.

Pero si todo eso pasó en cuestión de minutos, de la misma forma, como si fuera otro acto de magia, también en minutos, todo esto desapareció.

La orden empezó a llegar a los integrantes del ejército de sicarios. “Ya no tiren balas, todos a replegarse, ya soltaron al patrón”. Los gritos de júbilo que se escuchan en los cientos de videos que circularon, mostraban la señal del triunfo obtenido ante la Guardia Nacional y ante el Gobierno Federal.

Media hora después, la orden se daba a los civiles. Ya pueden regresar a sus casas o a algún lugar donde puedan refugiarse. Los hoteles estaban saturados con gente local que se refugió en ellos.

El trayecto de regreso a casa o al refugio seguro, asemejaba a una escena de muchas películas de Hollywood. Un éxodo enorme de gente recorriendo calles y buscando una salida que no encontraban. A esa hora, todavía la mayoría de los puentes estaban bloqueados por columnas de fuego por los camiones incendiados. La noche empezaba a caer y el pánico crecía.

Alrededor de las siete y media, ocho de la noche, empezaban a despejar el camino en los primeros puentes. Las filas de carros queriendo cruzarlos se volvía enorme. Eso sí, para esa hora no se veía ya a un solo sicario en las calles. Todos habían desaparecido así como aparecieron en un segundo.

La guerra había terminado.

Hoy se puede decir que Culiacán está de regreso y ya hace su vida aparentemente normal.

Pero eso sí, los mensajes que dejó la toma de Culiacán por parte del Narco son muchos y variados. El recuento de los daños, apenas empieza.

1.-De entrada, todavía hay un gran debate sobre si fue correcta o no la decisión del Presidente López Obrador de ordenar la liberación del narco a quien habían aprehendido. Al final, eso debe pasar a segundo término porque fue una consecuencia de un error de fondo en la implementación del operativo de captura. El primer error se intentó salvar con otro error.

2.-Lo que viene, y debe ser seguramente lo más importante para los mexicanos, es debatir si este gobierno es eficiente o no, si está dando resultados positivos o no en el combate a la violencia. Un gobierno que se jacte de gobernar debe garantizar que todos seamos iguales ante la ley. (Principio de Aristóteles).

3.-Evidentemente y eso no tiene discusión, el Gobierno Federal se vio ineficiente en la implementación del operativo, -reconocido por ellos mismos- rebasado por el poder del narco y doblegado. El mensaje mundial es que en México al Presidente le quedó grande el poder otorgado por la ciudadanía y no lo supo usar ante un poder que le demostró supremacía como es el poder del narco.

4.-A nivel mundial –así lo reflejan los contenidos de los principales medios de comunicación del mundo- México es un país donde el Gobierno fue doblegado y donde su presidente no pudo o supo tomar de manera correcta decisiones de Estado.

Dice el dicho. “No hay nada más peligroso que un ineficiente –en mi rancho dicen diferente- con poder e iniciativa. En Culiacán y ante los ojos del mundo entero ésta máxima se comprobó una vez más.

5.-Pero esa ineficiencia no para ahí y todavía faltan más mensajes por descifrar al ver como el Presidente enmendará sus constantes errores. Va una anécdota de intermedio. “Me decía un maestro que trabajaba conmigo como corrector de estilo en Noroeste a quien al reclamarle por los errores que aparecían en la edición respondía. “Licenciado, equivocarse es de humanos”. Como respuesta final ante sus constantes errores, solo atine a decirle. “Profe. pues espero que deje de ser tan humano, porque de lo contrario se va”.

6.-Así, el Presidente a quien intentan hacer ver como muy humano. Soltar al hijo del Chapo Guzmán no solo fue un error de Estado y un error político. Reconocer que esa orden fue avalada por él, también fue un error legal.

De acuerdo a la ley vigente mexicana, liberar a un delincuente ya detenido, tiene sus consecuencias legales y en un país donde se respete y se aplique el Estado de Derecho, es razón más que suficiente para tener ya al Presidente ante los tribunales juzgado por esas decisiones tomadas violatorias de la ley.

¿Cree usted que se pueda juzgar al Presidente y en este sexenio?. Yo tampoco.

¿Dirán que fue otro error?. Tal parece que sí. ¡Qué presidente tan humano tenemos!.

7.-Pero eso no es todo. Insistimos, las consecuencias de lo vivido en Culiacán apenas y empezarán. El video tomado en la caseta de peaje de Costa Rica, Culiacán, donde aparecen sicarios y militares chocando sus manos en franca camadería, es demoledor para la credibilidad no solo de esa institución, sino de todo el gobierno.

El error de un operativo fallido no solo exhibió la ineficiencia de quienes dirigen al nuevo gobierno y a sus instituciones, sino de paso, terminó por exhibir las posibles complicidades o arrodillamiento del Ejército Mexicano ante el narco. ¿Cuál de las dos opciones será peor?.

El Ejército es una institución venerada por los mexicanos y a quien más confianza le tenía la gente. ¿De qué tamaño será el daño colateral por el error humano de quienes dirigen hoy en día las instituciones del Estado?. Eso también todavía está por verse.

8.-Así la calma aparentemente ha regresado a Culiacán. Las calles ya lucen transitadas, el Estadio Angel Flores se llenó, la vida en las plazas comerciales está de vuelta, pero eso sí, lo vivido el pasado jueves mandó un contundente mensaje. El Dragón sigue ahí”.

Habrá que estar pendientes.

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