CULIACÁN, REHÉN DEL CRIMEN MAZATLÁN, REHÉN DEL CAPITAL
Por Ricardo Fuentes Lecuona 25 Septiembre 2024
Así las cosas...
Los últimos días han visto a Culiacán bajo un sitio por parte de grupos del crimen
organizado. Esta situación destapó una crisis de inseguridad y violencia sistemática que le
ha demostrado a la nación la ineptitud dolosa del Estado. Durante esta crisis se ha puesto a
Culiacán en el centro de la cobertura mediática, y no por falta de relevancia.
Sin embargo, otro sitio ha acechado a la población sinaloense, específicamente a
las y los mazatlecos. Este sitio, si bien no es, ni de cerca, tan alarmantemente y físicamente
violento como el de la capital del estado, sí es un síntoma de las inicuas relaciones
socioeconómicas en el puerto heróico, y constituye un grave crimen social. A lo largo de
los últimos años, los grandes magnates que se han dedicado a la explotación irresponsable
de la riqueza cultural, ambiental y económica de la Perla del Pacífico han declarado una
guerra contra el pueblo mazatleco, su cultura y su identidad, con la meta de enriquecerse.
Los clanes hoteleros, su hostilidad a la misma tierra que habitan y su lealtad a poco
más que el dinero y el poder, ya han sido señalados públicamente por las y los mazatlecos
por atentar contra el medio ambiente, las tradiciones y la dignidad del puerto.
Particularmente, uno de los crímenes sociales más descarados (y más comunes) que se
cometen a favor del Capital es la privatización ilegal de playas. La Constitución y la Ley
General de Bienes Nacionales lo dicen claramente -Las playas pertenecen únicamente a
la Nación, y el acceso, tránsito y uso a ellas por la ciudadanía no puede ser
obstaculizado o condicionado por propietarios de terrenos colindantes a ellasComo bien sabemos, una parte intrínseca de la riqueza que atesora nuestro puerto son
sus playas y su disfrute por parte de la ciudadanía y sus visitantes. Sin embargo, en la
búsqueda de aún más poder y riqueza, los magnates inmobiliarios han violado
sistemáticamente la ley a favor de su avaricia y la comodidad de expatriados
norteamericanos, de facto privatizando gran parte de la zona marítimo-terrestre de la ciudad.
Esta privatización comúnmente se hace colocando muros y candados en los accesos a las
playas, cobardemente en medio de la noche.
Afortunadamente, el pueblo mazatleco cuenta con la valentía y la fuerza para
poner en su lugar al Capital, como ya se vio en las diversas manifestaciones a principios
del año que lograron frenar el intento de prohibir nuestras expresiones culturales para
cumplir el capricho de los extranjeros. De la misma manera, el pueblo mazatleco hizo
justicia este fin de semana al organizar una manifestación en contra de la criminal
privatización de playas, logrando reabrir el acceso para que todos y todas podamos
disfrutar libre y alegremente de nuestro tan valioso patrimonio.
Reconozco el valor de grupos de la sociedad civil como el Colectivo en Defensa del Faro y
otros que hicieron un llamado a la ciudadanía a defender nuestras playas.
¡Que ningún candado, muro o cadena impuesta por la avaricia del Capital encuentre
tranquilidad en nuestro puerto!
¡La lucha sigue!