Opinion

Decepción mayúscula

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Por Marco Antonio Lizárraga 11 Noviembre 2019

“No valores el trabajo hasta que acabe el día y la tarea esté hecha”, Elizabeth Barrett Browing

LOS MISMOS ERRORES

Morena en Sinaloa está al borde del quebranto, y se está quedando lejos de lo que una vez el proyecto lopezobradorista pensó en formular, los celos, las envidias y los proyectos personales están opacando el proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Lo ocurrido la semana pasada en el Congreso local es una vergüenza a nivel nacional de lo que ocurrió con la bancada y que lejos de hacer pensar que la presidenta de la Junta de Coordinación Política haya ganado la batalla, lo que nos pone en frentes el caos.

La teoría del caos es clara, no hay nada predecible a menos que este se haya formulado desde hace bastante tiempo, y en el caso de la bancada de Morena Sinaloa, Domínguez Nava estiró tanto la liga que la rompió.

La coordinadora de la Jucopo, lo comentamos hace algunas entregas, era lo menos peor de los diputados de Morena al momento de seleccionarla como la presidenta, era la única que tenía experiencia.

El cuento de Morena es corto, y sencillo, las cosas se salieron de control cuando varios ciudadanos por meros azares del destino llegaron a una curul sin haber estado preparado sólo por la voluntad del pueblo.

Al principio de la presente Legislatura, todo era miel sobre hojuelas para Graciela, pues los nuevos diputado que tenían en su haber a todo le decían que sí sin preguntar ni chistar, era una tarea fácil.

Así, Graciela lejos de cultivar una relación de cordialidad con las otras corrientes de su bancada, creyó que todos circularían a su merced y caprichos, pero poco a poco se fue topando con pared.

Cabe señalar que en esos momentos, la poca inteligencia que la coordinadora presentaba simplemente desapareció, pues siguió apretando el cuello de sus compañeros haciendo que las sesiones fueran de carácter obligatorio.

Es por esta razón que en su tiempo, nos atrevimos a señalar que el tiempo de la bancada de Morena estaba más que contado y que esa mayoría absoluta simplemente se resquebrajaría poco a poco.

A esto le agregamos los horrores que se cometieron en distintos rubros como lo es escoger diputados que no contaban con el perfil en los puestos importantes como lo es la fiscalización de las cuentas.

Ahora con la salida de un nuevo diputado, Morena se queda sin esa mayoría absoluta que manejó en un tiempo, pero que todo se debe a soberbias, confianzas e incredulidades de la coordinador.

La destitución fugaz de Graciela demeritó el poder que ella tiene como coordinadora y a pesar de que lo detuvo ese movimiento contrario a su mandato quedó más que expuesta para poder desarrollar alguna otra acción.

Graciela tenía la oportunidad de la hacer algo bueno con Morena, pero hasta en los temas legislativos se han detenido en banalidades que han afectado sin duda la percepción de la gente que tenía sobre ellos.

El engrudo se hace bolas para Morena, pero todavía siguen pensando que tienen el control y que son bendecidos por la mano bendita de López Obrador cuando este tiene un amplio espectro.

Pero no son las cosas así, el tema está en que las divisiones internas de Morena le están pegando duro y fuerte tanto en el Congreso como el de los Ayuntamientos y esto afecta de manera total a todo el proyecto lopezobradorista.

Las cosas no pintan muy bien para Morena, peron no quieren cambiar los rieles y mucho menos hacer ajustes.

Lo ocurrido la semana pasara no es una llamada de atención, es un ultimátum contra ese partido.

Ya veremos que sucede.

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