Opinion

Delirios e ínfulas

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Por Marco Antonio Lizárraga 25 Febrero 2019

“La única cosa que sé es saber que nada sé; y esto cabalmente me distingue de los demás filósofos, que creen saberlo todo”, Sócrates

HECATOMBE

Mazatlán debe de preocuparle al PRI Sinaloa por la forma drástica en cómo perdió en una elección local para síndicos y comisarios, la forma en cómo a pesar de quedar en segundo o tercer lugar del proceso, los números de Morena estuvieron muy por arriba.

Como lo hemos comentado, Mazatlán vive de las emociones del momento y cómo se desarrollan los sentimientos para apoyar alguna causa, y en esta ocasión en algunos casos los perfiles de quienes ganaron de Morena están para llorar.

Pero con esta elección que se vivió en Mazatlán con este periodo muestra sin duda el respaldo de la gente hacia el proyecto de Morena, y que demuestra que en este municipio la gente todavía vive el fervor.

Morena no ganó por operación en Mazatlán sino por el valor agregado que tiene todavía con su líder nacional Andrés Manuel López Obrador y que la más reciente visita contribuyó a reforzar la fe hacia el proyecto de nación que todavía no arranca.

En suma podemos señalar que en esta elección hay varios temas que se desglosan interesante que marcan una pauta, y de ahí daremos a conocer otro tema, demasiado interesante que tiene que ver con un personaje político mazatleco.

Pero bueno, el PRI en las sindicaturas de otros municipios llevaba una buena racha de triunfos en las elecciones municipales, lo que indica que se ajustaron bien las cuerdas y se trabajó a favor de los aspirantes locales.

En pocas palabras, en los otros municipios donde se logró el triunfo para el partido se tuvo el trabajo con los grupos y se salió avante, conforme a las necesidades, pero en Mazatlán, fue todo lo contrario.

Un día antes del proceso electoral, en redes sociales salió a relucir unas fotografías de un salón en el Centro de Convenciones en Mazatlán, donde el el excandidato a presidente municipal Fernando Pucheta “presumió” su músculo político.

Esto fue como señalamos previo, la cuestión es que Pucheta Sánchez carece de operadores eficaces que le puedan ayudar a poder sacar una elección como la que no le ayudó a sacar este proceso.

Y para poder explicar esto tendremos que recurrir a un poco de historia, por la simple razón de que hay números, pero lo que es peor, que ahora ese músculo que se mostró estaba muy flaco o simulado.

Pero bueno, la historia ahí está, Morena se convierte en la primera fuerza en el área rural por un descuido y el engaño de otros, son tres años que el PRI tendrá que remontar, pero la pregunta es ¿cómo?

MEMORIAS

En Sinaloa, se han presentado algunos factores interesantes en materia política, donde podemos analizar a conciencia puntos de interés que hayan influido en temas de elección o que hayan revertido un resultado electoral.

Hace varios años, en 1989 para ser exactos, el PRI perdía por primera vez la capital del estado, cuando Lauro Díaz Castro no resultó favorecido por los votos de los culiacanenses y le dio el respaldo a Sadol Osorio.

En Mazatlán, en esa misma fecha, Raúl Cárdenas Duarte fue electo por los mazatlecos como su alcalde, no respaldando a Humberto Rice García quien competía por ese puesto.

Esto ocurrió en el periodo de Francisco Labastida Ochoa, en el segundo periodo de tres años del mandatario mochiteco, y se gestó en ese año una operación quirúrgica que dejó a Sadol y Raúl sin rendir protesta como alcaldes de sus respectivos municipios.

Para hacer el cuento corto, se negoció con el Partido Acción Nacional que Lauro Díaz Castro fuera el alcalde a cambio de Mazatlán, con lo que el puerto tuviera su primer alcalde de extracción panista.

Esto sin duda marcó al arquitecto Cárdenas Duarte que hasta el momento no ha se recuperado de esta situación y en su oportunidad recuerda que la constancia de mayoría la tiene colgada en un marco en su casa.

Pues bien, hacemos esta memoria para recordar algo que acaba de pasar en la historia reciente política, explícitamente en el proceso del 2016 donde la batalla legal por la alcaldía, precisamente de Mazatlán, se llevaría a cabo.

La competencia fue mayúscula y algo amañada para que Fernando Pucheta Sánchez levantara la mano como el ganador de esa contienda electoral que como es sabido, se dice que ganó con poco más de 60 votos.

El escándalo de las bolsas negras y todo lo que surgió alrededor de este tema, provocó que se enturbiara el proceso electoral tanto que llegara a los tribunales y al final desencadenó la historia que hoy conocemos.

En suma, se recordará que Pucheta Sánchez llegó a la alcaldía con un proceso impugnado, donde el que si fue electo alcalde con más de 300 votos de diferencia fue Salvador Reynosa Garzón.

Que en peleó con uñas y dientes para aferrarse al triunfo, pero al final, al igual que con Sadol Osorio, se convenció a Reynosa Garzón para que desistiera, y lo hizo por medio de un vídeo.

La resolución del Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial de la Federación ya tenía el fallo y el voto a favor era para que Reynosa Garzón recibiera la constancia como alcalde electo de Mazatlán.

Muchos no podían creer el desistimiento de el candidato panista, que llevaba el tema a ganar, pero el tiempo dio respuesta a la negociación con el blanquiazul cuando se integró a las filas del gobierno del estado.

En suma, podemos asegurar que con esto, Pucheta Sánchez no tiene victoria como candidato a alcalde, en realidad, los votos no le favorecieron y se usaron artilugios para lograr ese gobierno.

Lo que pasó es historia contada. Y los resultados se vieron el primero de julio. Palabras más, palabras menos.

Y ahora las cosas se repiten, la cuestión es que si en el PRI ya no lo quieren, ¿le estará coqueteando a Morena? El tiempo dará la razón.