Opinion

Descansa en paz Mariana

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Por Rosina Ávila Palma 30 Mayo 2019

Nada Personal

El nombre de Mariana se sumó la noche del martes a la lista negra de mujeres asesinadas en México, que cuantifican hasta esta semana  más de 300 casos en lo que va del año.


¿Qué pasa por la mente de una persona que atenta contra la vida de una persona productiva y trabajadora que antes de ser catalogada, calificada, y cuantificada en las frías cifras del sistema de justicia, es madre, es esposa, hija, hermana, amiga?


Mariana fue una mujer emprendedora…  con el carácter que se requiere para ser una persona de negocios. Su deceso ha causado consternación en los sectores productivos y sociales por la absurda forma en que terminaron con su vida en pleno centro de Guasave.


Quienes la conocieron de cerca saben que ella nació en Veracruz, que de joven trabajó en una empresa en donde se desempeñaba como ingeniera química, ahí conoció a quien fue su compañero y por quien se vino a Sinaloa para hacer vida.


Llegó a Guasave hace cerca de tres décadas y formó una familia ejemplar. Siempre le gustó el comercio, por eso primero empezó con un abarrote y después aperturó el negocio en el que vendía materiales para construcción generando una decena de empleos.


Dejo cuatro hijos. Muchos dirán que eran tres, pero no… son cuatro, porque tal vez muchas personas desconocen que el gran corazón de Mariana y su esposo fue tan grande que adoptaron a un joven originario de China, inmigrante,  que llegó a Sinaloa a principios de los años 90 a quien le dieron casa y apellido.


Eso pinta de cuerpo entero lo que fue Mariana, cuyo corazón de madre fue tan grande que tuvo para dar de más.


El hecho consterna porque hoy es una más en el entorno de este México violento en donde asesinan a un promedio de nueve mujeres por día u no pasa nada.


¿Cuantas más?  Es la pregunta, que harán ahora las autoridades para evitar que continúe creciendo la lista negra de mujeres asesinadas.


Es cierto, en Sinaloa y particularmente en Guasave ya se declaró la alerta de género, pero se necesita de un esfuerzo mayor, tal vez más operativos de vigilancia para garantizar la seguridad de las niñas y de las mujeres como Mariana.