No son noticias alentadoras que la economía vaya a la baja y la inseguridad al alta. Apenas el día de ayer, el Banco de México y Fitch Raitings ajustaron de nueva cuenta el pronóstico de tasa de crecimiento para nuestro país a un 1.6 por ciento para 2019. Y otra nota negativa se daba en el conteo de la cifra de muertos que en tres meses contabiliza el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, con 8 mil 89 asesinatos. La delincuencia no cede.
El discurso del presidente se ha centrado en anunciar el “fin del neoliberalismo” y seguir atacando a la nueva “mafia del poder” léase los “conservadores”. Pero ¿Por qué la economía en México ha decrecido?, ¿Es culpa de Carlos Salinas de Gortari, Vicente Fox o de Felipe Calderón acaso?, o ¿Son las calificadoras malditas y engañosas que no contemplan otras variables como la corrupción en sus mediciones y predicciones económicas?
Quizá poca gente entienda la importancia del crecimiento de una economía y sus implicaciones en las variables sociales. La semana pasada me encontraba en una cena donde había algunos integrantes del Gabinete de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum. Discutíamos sobre la política pública del actual gobierno en materia de equidad de género, temas que han cobrado relevancia nacional como el cierre de las estancias infantiles, los refugios para mujeres, o los comedores comunitarios. Comentaba con los presentes que yo no estaba de acuerdo en el cierre de estos programas, y tampoco en que a toda la “sociedad civil” se le tache de “intermediaria corrupta”. De igual forma, hacía hincapié en la importancia de generar y fomentar el crecimiento económico, en aumento de la tasa del PIB.
De inmediato uno de los asistentes salió en defensa del nuevo gobierno diciendo: “A todos nos tocó el recorte, parejo, a nuestras oficinas, a los programas que benefician a las mujeres y está bien” (Sic). Para mayor asombro remataba diciendo que no era importante el crecimiento del PIB de la economía, que podíamos estancarnos en tasas alrededor del 1 por ciento y que eso no impactaría en el desarrollo de nuestro país.
Literal me quedé pasmada con el comentario. No espero que los funcionarios de gobierno de primer y segundo nivel sepan microeconomía y macroeconomía a profundidad, pero valdría la pena un mínimo de conocimiento de lo que implica una desaceleración económica y un bajo crecimiento en términos de Producto Interno Bruto (PIB).
Y ahí es donde regresé a mis clases de economía y al derecho comparado. Me pregunto: ¿Cuánta gente entiende lo que es el modelo neoliberal?, ¿Lo que es un conservador?, ¿El Producto Interno Bruto de un país?, ¿De verdad un funcionario cree que el PIB no es importante?
En una definición básica de lo que es el PIB, de acuerdo con Rankia, “Es el principal indicador de cualquier economía en el mundo ya que nos mide cuántos bienes y servicios se producen un país durante un período que por lo regular se calcula anualmente.
El Producto Interno Bruto se compone por las siguientes variables:
PIB = Consumo + Inversión + Gasto de Gobierno + Exportaciones – Importaciones
Cuando se producen más bienes y servicios es señal de que existe crecimiento en una economía, esta variable repercutirá en los mercados financieros ya que si es positivo indicará que en un país la economía está fluyendo”.
El PIB mide “la salud de una economía y la toma de decisiones económicas y políticas”. Asimismo, si crece el PIB aumenta la competitividad de las empresas, la inversión, la productividad, por ende los empleos y los aumentos de sueldos. De igual forma se incrementa la confianza en la estabilidad en los ingresos, el consumo de las personas que finalmente impacta en el rubro social y en el tema de la seguridad.
De hecho, una de las variables que afecta también al crecimiento del PIB es la falta de seguridad. Según el INEGI el costo total por inseguridad y el delito en México durante 2017 fue de 299 mil millones de pesos, cifra que equivale al 1.65 por ciento del PIB nacional. Según los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de Seguridad Pública (Envipe) 2018.
A cada habitante nos cuesta alrededor de 7 mil 147 pesos, mientras que el 93.2 por ciento de los crímenes cometidos en 2017 no se denunciaron, porque en su mayoría piensa que es una pérdida de tiempo, además de la desconfianza hacia la autoridad.
Y obvio que todo esto repercute en despidos laborales que se traducen en aumento del desempleo, menos visitas de turistas internacionales, de hecho, nos acaba de desplazar Turquía en el ranking mundial de turismo, y quizá caigamos otras dos posiciones frente a Alemania y Reino Unido.
El presidente López Obrador señala que estamos ante un cambio de régimen muy profundo. Las estimaciones de Bank of America y de Credit Suisse van más allá y prevén el peor desempeño de nuestra economía en la última década. Quizá toquemos fondo para luego ver la luz. Aún persiste el bono democrático de las pasadas elecciones y existe un apoyo mayoritario a las decisiones del presidente. Mientras los secuestros aumentan, las ejecuciones también.
Eso sí, quizá nos estanquemos un rato en un crecimiento de alrededor del 1 por ciento. Quizá el funcionario de Sheinbaum también tenga razón en que el crecimiento no es lo importante, sino el cambio que estamos viviendo. Finalmente votamos por él.