El Arte de la Guerra en las Instituciones de Seguridad Pública
Por Carlos Flores Pompa 09 Agosto 2022
La Plomada
Las enseñanzas tácticas y estratégicas del libro El
Arte de la Guerra, se basan en el engaño,
en la creación de falsas apariencias para confundir al oponente,
el ataque indirecto, la adaptación rápida a diferentes
situaciones, la flexibilidad de
maniobras y la coordinación de diferentes elementos para converger
en los puntos débiles. Pero una parte muy importante que contempla es la
referente a la organización respecto al manejo de tropa o personas que
arriesgarán su vida por su país, estado o municipio.
Este libro milenario dice que antes de emprender
cualquier acción (o para actualizar a la época contemporánea antes de iniciar
cualquier proyecto), se debe reflexionar sobre 5 factores que de no tomarlos en
cuenta estaremos destinados al fracaso, estos factores son: 1 La moral de la tropa o el pueblo; 2 El
clima; 3 el terreno; 4 el mando; y 5 la disciplina.
En cuanto a la moral de la tropa según Chan Yu: “Cuando se trata al pueblo con bondad, justicia, rectitud y se deposita en el la confianza; el ejército
estará unido en espíritu y todos se sentirán felices de seguir a sus
dirigentes.”
Lo anterior nos lleva a las preguntas ¿cómo se
encuentra la moral de las instituciones policiales? Específicamente en cuanto a
sus condiciones laborales, ¿son estas dignas?,
sería interesante preguntarle a las personas que laboran ahí si se sienten
moralmente satisfechos con el trato, ¿hay bondad en sus mandos?, ¿en la forma
de operar de sus autoridades principales hay rectitud?, ¿se respetan sus
derechos en el servicio profesional de carrera? ¿Es justo el proceso de
selección para ganarse un grado? ¿Existe en realidad una oportunidad verdadera
de obtener un ascenso en la carrera policial sin tener un padrino político,
mafioso o dinero para comprar la plaza? Si alguna de estas preguntas es
respondida con un “no” estaríamos mal en cuanto al estado del primer factor que
debe ser atendido. Siempre se cuestiona si el policía está comprometido con la
institución y la sociedad, pero si se analiza este factor tal vez
encontraríamos respuestas a muchos cuestionamientos y a muchas actitudes del
personal.
En lo referente al
clima, si bien la obra de Sun Tzu se refiere a los
cambios de estación, el frio, el invierno y el calor en el verano, así como la
conducción de las operaciones militares de acuerdo a estos cambios. Es pertinente
observarlo desde la analogía donde equiparamos este factor con el
entorno y contexto donde están presentes tendencias tecnológicas, ideológicas,
económicas, políticas, sociales, medio-ambientales, modas, percepción de imagen etc. Lo que nos
lleva a realizar las siguientes preguntas: ¿cómo está la imagen de las
corporaciones policiales en este momento? ¿Cómo los percibe la sociedad? ¿Qué
están haciendo sus mandos e instituciones para promover y dignificar su labor?
¿Actualmente los municipios o el estado invierten en campañas para que la
ciudadanía este más consciente de la labor que realizan los agentes de
seguridad y se cree empatía hacia ellos? ¿Cómo los trata la sociedad cuando
tratan de realizar su labor? ¿Quién corrompe a quién? ¿Bajo qué contexto tienen
que realizar su trabajo el policía? De aquí podríamos decir que aquellos
encargados de hacer cumplir la ley y de reprender a quienes no lo hagan no la
tienen nada fácil y si las instituciones no promueven su dignificación y
cuidado la cosa esta muy mal.
En
cuanto al terreno, se
entiende las distancias y la facilidad o dificultad que hay para recorrerlas;
también el considerar la naturaleza de este, si es angosto o despejado así como las oportunidades de
vivir o morir que cruzarlo implican, observándolo desde una analogía adaptable
a nuestra época, habría que entenderlo como el mercado o el contexto de los
participantes con quienes los policías interactúan conformados por ciudadanos
comunes, personas con poder económico y político, delincuentes de baja monta,
infractores y delincuencia organizada, aquí se debe observar cuando ellos actúan
¿en terreno de quién se meten?, ¿a quienes afectan para bien o para mal con sus
acciones?, ¿a qué influencias se enfrentan? y sobre todo ¿de qué forma será
defendido ese terreno?; también en este campo entran en juego los sistemas establecidos
las leyes y reglamentos que muchas de las veces más que ayudarlos los ponen en
desventaja al no estar actualizados y a la altura de las necesidades del
desempeño de su función. Como ejemplo podemos recordar el reciente homicidio de
quién desempeño dignamente el cargo de Subdirector de la Policía Municipal de
Culiacán por escasas tres horas, el comandante Juan Miguel Silva Alvarado mejor
conocido como “El Boxer” un policía ejemplar, pulcro y honesto que fue
convencido de convertirse en el nuevo “H2” (clave para identificar al
subdirector de la policía municipal en Culiacán) corriendo el rumor que desde
la presidencia municipal se le dijo que al aceptar el cargo tendría todo el
apoyo del mismo Gobernador del Estado, lo único que debía de hacer era lo que
se le indicara desde el tercer piso, que buscaban alguien que no tuviera
compromisos con los grupos que ejercen su influencia y poder factico en la
ciudad y en la institución, el comandante aceptó y ya vimos los resultados.
Pero no se culpa al comandante “Boxer”, la responsabilidad es de aquellos que
sin conocer el terreno de las áreas de seguridad pública y de la subcultura del
hampa culiacanense se metieron en él, pretendiendo actuar sin consenso, su
muerte bien podría especular que solo y únicamente se trató de un mensaje.
(Nadie que no sea de mi gente llega a ese puesto) Pero que esperar si ni el
Secretario de Seguridad Pública Municipal, ni el actual Presidente Municipal
son de Culiacán, claro que desconocen el terreno y ahora lo aprendieron de la
peor manera, donde hoy lamentamos la pérdida de un policía ejemplar.
En lo referente al Mando, son las cualidades de
inteligencia, justicia, humanidad, valor y severidad, que deberá poseer un comándate;
Chia Lin: “Un Comandante debe de estar seguro de su
capacidad para obtener provecho de las circunstancias, jamás debe seguir ningún
procedimiento preestablecido.” A lo que podemos agregar no obedeciendo a los
gobernantes que sin conocer los contextos del momento giran órdenes desde la
comodidad que les brinda el estar atrás de un escritorio ejecutivo, ellos no
saben y a veces no les interesa el contexto ni la tropa, creen que por solo
ordenarlo las cosas se deben resolver sin interesarse en las consecuencias que
puede traer para las personas que trabajan para ellos y entiéndase no se trata
de no actuar, sino de hacerlo con inteligencia y cuidando a su personal, si el
gobernante no lo hace por inexperto o por inconsciente, entonces será
responsabilidad del comandante velar por su tropa .
El Arte de la guerra nos dice las
características que debe poseer un comandante, de acuerdo con Tu Mu: “Si el
Comandante está dotado de inteligencia, entonces será capaz de reconocer
un cambio de circunstancias y actuar con celeridad, si es justo sus hombres estarán
seguros de la recompensa o el castigo,
si es humano, amará al
prójimo, compartirá sus penas, apreciará su trabajo y sus afanes, si es valiente aprovechará todas las
oportunidades sin vacilar, si es Severo,
sus tropas serán disciplinadas porque temerán el castigo.” De aquí se desprende
la única pregunta, ¿los comandantes de las instituciones policiales reúnen
estas características?
Por último, la disciplina, que deberá entenderse como la organización, la autoridad, la asignación de grados justos
a sus oficiales, la vigilancia de las vías de aprovisionamiento y el suministro
de las necesidades básicas del ejército o la tropa, muchas autoridades creen
que cuando se habla de disciplina solo se refiere al comportamiento y
acatamiento de ordenes por parte del personal subordinado a un mando, sin
embargo Sun Tzu señala que este factor
tiene que ver en gran parte con la justicia que se imparte entre la tropa desde
respetar sus derechos laborales, así como su aprovisionamiento de equipo
necesario y acorde a las circunstancias como buen armamento, abastecimiento de
municiones, chalecos, unidades en buen estado y funcionales, uniformes,
gasolina para las unidades, alimentación adecuada, entre muchas necesidades que
se requieren para la operatividad, con ello observamos que la disciplina recae
más en los mandos que en la tropa, que tiene que ver en su mayor parte con la
labor de los comandantes, directores, secretario y presidente municipal que en los
mismos elementos.
Después de hacer la valoración de estos 5
factores, estaríamos en posibilidad de saber si nuestras corporaciones de
seguridad reúnen las características que el Señor de la Guerra Sun Tzu señala
como base para emprender proyectos o acciones operativas de nuestras policías,
ya que de ello dependerá su éxito, si tomamos en cuenta que el gran y principal
proyecto del estado en sus tres niveles es la de brindar seguridad a sus
gobernados entonces debemos iniciar por analizar y valorar si nuestras
instituciones policiales cumplen con lo señalado en el milenario libro.
Ojala y que nuestros gobernantes en sus tres
niveles y los mandos aplicaran la parte referente a la organización, lo usarán
como un manual para valorar las instituciones e invertir tiempo, dinero y sobre
todo en voluntad para mejorarlas y mejorar las condiciones de los servidores
públicos que son los responsables de traernos paz y hacer cumplir con el estado
de derecho que nos permitan coexistir como sociedad.
Mientras no se vean planes o proyectos claros
que busquen mejorar las instituciones de seguridad las cosas jamás cambiaran.