El Burnout
Por Leonardo Zamora 12 Noviembre 2022
Mi Opinión
El Burnout — fatiga
extrema —, en español
no es un
concepto nuevo, pero
actualmente es centro
de atención por
parte de la
sociedad.
Se le llama
también “ fatiga crónica “., estrés en
español y es
producido por los
altos niveles del
mismo .
El estrés laboral
es común para
la mayoría de
la gente, pero
cuándo el agotamiento
es crónico, puede
ser síntoma dé
Burnout.
Se define como
una una crisis
en las relaciones
con el propio
trabajo. El término
se traduce como
“estar quemado”, aunque
sería más preciso
como consecuencia de
exceso de trabajo en
la vida laboral.
No equivale a
depresión, cuándo una
persona se agita
así, pierde interés
en sus responsabilidades aunque
físicamente no esté
cansado ni deprimido.
Hay varias formas
de identificarlo. Se
aprecian tres principales
síntomas de quién lo
sufre:
1.- la persona
comienza a despersonalizar todo
lo que sucede
en su contexto.
Tiene menos empatía, se
preocupa menos por
lo que está
pasando en la
vida de los
demás, piensa sólo
en sí misma
y no quiere
conectar con otros.
2.- pierde el interés
y y expectativas
por logros y
nuevas metas. Siente
que nada vale
la pena.
3.- El síntoma más
peligroso de todos
es estar emocionalmente exhausto,
“estar harto”, cansado,
no puede más
con nada; su
familia, ni su
trabajo, explota, es una
bomba.
Todo esto, genera,
desde luego otros
problemas de salud,
como trastornos de
sueño o colon
irritable.
En ciertos casos,
puede provocar “fibromialgia” trastornos
de la presión,
ansiedad, tiene consecuencias
bastante serias.
El problema se
potenció durante la
pandemia, porque cambió
radicalmente nuestra forma
de trabajar. Por
un lado, las
personas que tenían
la bendición de
seguir trabajando en
casa, aumentaron.
exponencialmente sus horas
de trabajo.
Se vieron presionados,
quizás comenzando su trabajo a
las 7 de
la mañana y
terminando a diez
de la noche.
El mayor reto
para ellos ha
sido poner fronteras
saludables entre el
trabajo y el
hogar.
Igualmente el confinamiento
ha afectado la
salud de muchas
personas, que deben
permanecer sentadas mucho
tiempo y carecen
de buenos hábitos
de auto cuidado.
75% DE LOS
MEXICANOS
PADECEN FATIGA EXTREMA
POR ESTRÉS LABORAL,
SUPERANDO A PAÍSES
CÓMO
CHINA Y ESTADOS
UNiDOS
Sumemos esto al
estrés del ambiente
causado por la
pérdida de empleos,
no saber cómo manejar
la pandemia en
cuanto a no
salir a la
calle, evitar que
alguien te toque
y muchos otros
factores.
Las Zonas del Estrés
Existe la falsa
creencia de que
entre más presión
se experimenta en
el trabajo, más
aumenta el rendimiento
de las personas.
Existen cuatro zonas
importantes que
deben
mencionarse en la
ruta del estrés .
1.- Hay poca presión
en la vida,
no hay necesidad
de cumplir con
las fechas.
Es la zona
uno, que es
cómoda sin prisas,
las cosas van
bien.
Después la tensión
puede ir en
aumento y rendimiento
comienza a mejorar.
Por supuesto, asumiendo
que se cuenta
con las herramientas
técnicas y hábitos
adecuados.
2.- la segunda
es la de
Flow. Se trata
de la zona
óptima para aprender
a estar.
Al inicio de la pandemia, cuándo la gente supo qué trabajaría desde casa estaba contenta y sentía que lograba y rendía más.
No obstante pasó el tiempo y esto ya no era verdad. La gente comenzó a descarrilarse.
Sin embargo, en algún momento está optimización, este flow, lo experimentó mucha gente.
Lo que sucede
es que en
en esta zona
se requiere de
mucha disciplina, buenos
hábitos y herramientas
para mantenerse en
lo que se
considera un buen
nivel de presión
y un rendimiento
óptimo. A estas primeras dos
primeras zonas se les llama
“ zonas de
persistencia “
3.- Posteriormente, si la presión sigue aumentando, el rendimiento empieza a decaer y se ingresa en la primera zona tres, llamada “zona de distracción”.
Aquí ya no
hay tanta concentración
cómo antes, la
persona trabaja un
rato, pero se
detiene, ve la
televisión, se distrae. Actualmente nadie ve la
televisión únicamente las
personas lo hacen
sin dejar de
ver su celular.
Además, de distraerse,
en esta zona
la persona comienza
a sentirse muy
ansiosa: tiene muchas
cosas que hacer,
y en lugar
de enfrentarlas las
pospone, y comienza
a “PROCRASTINAR”
4.-Si la presión continúa, caerán en la zona cuatro, la más peligrosa denominada como Burnout. Ahí es donde la presión se siente que por más brazadas qué de, y esfuerzos que hace no logra salir adelante.
Se siente atrapada, angustiada, ansiosa y entrando en una enorme depresión.
Estas últimas son
las “zonas de
sobrevivencia”. No se supervive,
se sobrevive.
Cuando una persona
ya está en
la zona cuatro
y está fatigada,
cansada, ansiosa, su
nivel de comunicación
y conexión con
los demás cae
por los suelos.
Lo último que
quiere es tener
una conversación con
alguien. Ni quiere
conectar, ni hablar
ni colaborar.
Cuándo esto sucede
baja su productividad, la
colaboración con el
equipo y entonces
los resultados de
la organización quedan
en riesgo, porque
al final todo
depende de la
gente.
Nadie está exento
de sufrir Burnout,
las amas de
casa por ejemplo,
tienen el gran
reto de la
sociedad y la
auto presión con la
que crecieron, acerca
de tener que
hacerlo todo bien.
Y la súper
mamá, la súper
esposa, estar bien
para que todos
también lo esté
haciendo bien.
No se cuidan a sí mismas, pero cuidan a los demás; los ponen primero que a ellas y están cansadas y exhaustas.
Hay un síndrome que en inglés lo llaman “caregiving”, y se refiere a estar dando siempre.
Está muy detectado,
especialmente en las
mujeres, que siempre
se dejan al
último sí mismas al
hasta que un
día explotan, no
pueden más, y
se dan cuenta
que lo más
importante son ellas.