Opinion

El decaimiento de AMLO, y Sinaloa ¿qué?

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Por Benjamín Bojórquez Olea 13 Marzo 2020

SOBRE EL CAMINO

En verdad, no quisiera estar en los zapatos del presidente de la República. Me daría miedo saber que, a las puertas de mi casa, hay cientos de mujeres dispuestas a derribarlas. Si se hace un “corte de caja”, la lección que nos arroja la marcha-protesta de los miles de mujeres que paralizaron el país es que, o las escuchamos o las escuchamos. No hay alternativa. En verdad, no quisiera estar en los zapatos de Andrés Manuel López Obrador; en la soledad de su enorme Palacio, recostado en su cómoda almohada, con toda seguridad estuvo pensando “¿Por qué no gusta lo que hago?”. Quizá una tenue voz le susurre al oído: “Porque estás haciendo mal las cosas y no te dejas ayudar”, “porque has hecho invisibles a los cientos de mujeres que apostaron por ti, que creyeron en ti”. Es inconcebible que un político que se dice de “izquierda”, amante del socialismo, de lo “colectivo”, lo que menos quiera sea escuchar a las “masas”, incluso, a sus partidarias, a sus seguidoras. Es inentendible que a un político que se dice “líder moral” de un “Movimiento” (Regeneración Nacional), lo que menos importe sean las voces agrupadas que claman justicia. La fortaleza que ganó “a la buena” sexenios atrás y no solo de las recientes elecciones, se va a la borda de un momento a otro, aceleradamente, porque la razón la tiene obnubilada, ofusca, confundida… limitada. Las mentes obtusas, cuadradas, no dan para más; lo malo es que sea el hombre más poderoso de este país (en lo político) el que esté dando el mal ejemplo. Pero debemos entenderlo: hay gente que no cambia, que no trasmuta, que no quiere dar el siguiente paso; hay políticos que no comprenden aquella parábola del “no cambies tu riqueza por un plato de lentejas”. Después del grito de guerra de los miles de mujeres que exigen, que demandan ser escuchadas, ser protegidas, cualquier político con media pisca de inteligencia estaría frenando todo para atender lo prioritario. Pero no, para esta administración, para este gobierno federal las mujeres no son prioridad, son grupúsculos de gente conservadora que abandera causas feministas. Lo único que quieren es debilitarlo, derrumbarlo…vulnerarlo. En verdad, no quisiera estar en la piel del Primer Mandatario que, de no hacer nada, pasará a la historia como el último, el más deficiente, el menos conciliador. Y no es difícil conseguirlo. Durante su campaña, él mismo dijo que gobernar no tenía ninguna ciencia. Percepción equivocada. Sí la tiene, pero no es “ciencia” lo que requiere para dirigir bien la barca, sino sentido común. Yo no sé quién le hacía los discursos de campaña, pero como presidente de la República, quien le está dando las líneas para su gobierno, es un patán. Debería despedirlo de inmediato. ¿O será que no quiere escuchar a nadie?, ¿Será que no quiere ni atender el llamado del “Pueblo Bueno” al que juró amar, defender y proteger a costa de todo y contra todo? Hoy en día, a la gente lo que menos importa es comprar un cachito de la lotería para ganarse un avión presidencial; tampoco importa tanto -aunque duele- si la gasolina subió centavos más, centavos menos. En pocas palabras, importa poco,pero muy poco, todo lo que dice López Obrador, día con día, en sus famosas “mañaneras”, donde los “periodistas” serviciales están a la orden para tirarse como tapete para ser pisoteados. Lo que el presidente de la República debe ver con atención son las protestas, las marchas multitudinarias de hombres y mujeres, de jóvenes y adultos, que están cansados de tanta inseguridad, de la violencia en extremo. Eso es lo que realmente importa: el sentir del pueblo, el dolor de la gente, la angustia de las mujeres que ya no quieren ni salir de casa por el temor a ser maltratadas, ultrajadas, desaparecidas, asesinadas. Si no se hace caso a esto qué es lo más importante, entonces ¿Qué es lo fundamentalpara un presidente? Si no es la gente ¿Son los autos, su gabinete, sus ocurrencias? Diversas encuestas siguen registrando la estrepitosa e hinchada caída del nivel de aceptación presidencial y eso es algo que debe por mucho preocupar a todo el mundo, a los ciudadanos, al propio mandatario. Porque si le va mal al presidente le va mal al país y a todos; ahora bien, también es cierto que, si le va mal al pueblo, a la sociedad, le irá peor a quien conduce los destinos de este país. Es una con otra y a nadie le conviene. En verdad, no me gustaría estar en los zapatos del presidente de la República; en este momento lo que realmente nos ocupa y preocupa como sociedad es el sentir de las mujeres y de los jóvenes que claman justicia y gritan ¡no a la impunidad!

GOTA Y CHISPA:

Pónganse a trabajar, para eso el pueblo les paga, diseñen estrategias y programas que permitan convocar a la sociedad a través de erradicar la vulnerabilidad y necesidades públicas de tu municipio o distrito, pongan ojo a las injusticias, fortalezcan las instituciones, convoquen al diálogo propositivo, no construyan odio por odio, no sean falsos y no hagan declaraciones personalistas con fines y lucros políticos... Señores alcaldes de los principales municipios del estado sinaloense, legisladores locales y federales de las dos cámaras, unifiquen criterios, abran esa puerta tolicratica, busquen a la gente, pronúnciense de forma clara, precisa y objetiva, no sean mercenarios y procuren el sentido común, estudien temas de relevancia para Sinaloa y diseñen técnicas de avance, rasuren recursos de la federación, convenzan que las necesidades son muchas, los sectores primarios en Sinaloa requiere de todos, si ustedes no están actos para ocupar un puesto público, renuncien, tengan dignidad… Llegaron por una emoción y no por un convencimiento, llegaron por un hartazgo generalizado, esto no quiere decir que los que se fueron en el 2018 volverán, a lo que me refiero es que se están equivocando con los términos esenciales de gobernanza y eficacia legislativa, no se contradigan, sean auto-críticos, ¡carajos! Que esperan, que les cueste, que todo se derrumbe, el tiempo corre y su debut será reemplazado con un auto más dinámico, más nuevo, con las piezas adecuadas para que funcione cuando se tenga que rebasar. Por ello, dignifiquen y aprendan que en política, las acciones generan reacciones en causa y efecto. ¿Morena en Sinaloa, que esperas para despertar? ¿Por qué se esconden los legisladores, sobre todo los federales ante esta crisis de ineficacia y gobernabilidad? Lo que tanto criticaban ustedes, hoy están peor, con iniciativas patitos y divisorias, levantando la mano sin conocimiento de causa… Ya tienen harta a la sociedad y no se dan cuenta de que como llegaron se van. Agarren el rollo, ¡chingado! “Nos vemos el Martes”…