Opinion

El desplome del PRI…

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Por Benjamín Bojórquez Olea 22 Noviembre 2023

Sobre el camino

Con el desprestigio de su presidente nacional, Alejandro Moreno, se observa como viene en picada el PRI y roza la cadena nuestro querido estado de Sinaloa, pues con sus acciones internas están mostrando la falta de operatividad, colmillo y credibilidad. 

Sus dirigentes locales no han podido sumar, pero si restar, sin embargo, es una señal de alarma para el futuro inmediato, y es que, los lazos de corrupción y de sus líderes, lo colocan en una situación de rechazo social en futuras elecciones, “la caída del PRI es acelerada y puede llegar a su declive total”. 

El primer golpe sucedió con la pérdida del gobierno federal en el 2018 y en las elecciones intermedias perdieron en casi todas en su totalidad las gubernaturas que les quedaban, y lo más importante, perdieron la joya de la corona, el estado de México. 

A mi criterio, les urge crearse otra institución política, otro partido político que pueda evolucionar y cambiar todo su contenido y su forma, pues en la coalición están algo similar, aunque representen otra opción o contrapeso, por más alineados que digan serse, en donde la narrativa sigue acumulando rechazo, es ahí, donde no pueden defender lo indefendible. 

El debilitamiento que arrastra el PRI, PAN y PRD, los colocan en una posición de vulnerabilidad política, cuando está enfrente la elección presidencial, con resultados adversos y ahora que existe la posibilidad de una derrota más, en donde el mayor riesgo de perder en algunas zonas del país su posible registro, una muerte cocinada a fuego lento. 

Ahora el panorama ha cambiado y la debacle de esta institución -abrumada por casos de corrupción, silencio, represión y matanzas- es inminente. Además, no solo en 11 años el PRI perdió la mayoría de sus gobiernos estatales, sino que, entre esos se cuenta el Estado de México, el bastión más grande que tenía este partido, mismo que nunca había conocido la alternancia política y que tiene uno de los padrones electorales más grandes del país.  

En otras palabras, el PRI perdió a su estado más importante, que a la vez es uno de los que más pesan en las elecciones federales. Hoy día, el PRI es una fuerza política menor, comparable con Movimiento Ciudadano (MC) quien también tiene dos gobiernos estatales: Nuevo León y Jalisco, dos de los estados con las capitales más grandes de México.  

A este escenario de pérdida de poder, el partido que alguna vez fue hegemónico y cuya última gran victoria fue la del expresidente Enrique Peña Nieto, tanto en el país como en Sinaloa, se le suma la salida de priístas importantes, derivada de la que consideran es una mala gestión y administración por parte de Alejandro Moreno Cárdenas, el actual presidente del PRI, ni que decir lo que hoy en día pasa en Sinaloa.

GOTITAS DE AGUA: 

Un claro ejemplo de ello, los dirigentes locales de mi querida entidad buscan únicamente favorecerse, no hay liderazgo, y no se ve por donde justificarán una historia que ya fueron rebasados por la intolerancia y el desprestigio, pues observo un PRI extraviado, ausente y con una dirigencia estatal y nacional soberbia, que solo se preocupa por construir incondicionales y alejarse de la sociedad, pues su dirigente estatal, Paola Garate Valenzuela, en poco tiempo ha mirado únicamente solo para sus propios intereses y ambición de poder, sino, al tiempo. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…  

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