Opinion

El Jinete y el Elefante: Metáfora

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Por Leonardo Zamora 17 Diciembre 2024

Mi Opinión...

Voy a presentar una metáfora, que representa la relación entre las emociones y la razón en la toma de decisiones.

Me parece interesante y de gran enseñanza.

Se llama El Jinete y El Elefante.


Foto: Cortesía

Dice así:

Un jinete montado sobre un elefante, van recorriendo un camino, hacia un destino predeterminado.

El Elefante representa las emociones, qué son irracionales, ancestrales, inmediatas y es enorme.

Foto: Cortesía

Su objetivo es la gratificación inmediata y la comodidad.


Parece que es libre, no tiene dueño, quiere recorrer el camino de la manera que él quiere, solo piensa en el aquí y en el ahora.


El Jinete

Representa la capacidad para pensar a largo plazo, planificar y esforzarse. Es frío, racional, calculador.


Cada vez que el elefante, de más de seis toneladas y el jinete están en desacuerdo, sobre que dirección tomarán, el jinete tiene todas las de perder.


El elefante es util para reaccionar a la urgencia, pero en este mundo actual, tomar decisiones en base a nuestras emociones, puede suponer un desastre.

¿?

El jinete y el elefante no son enemigos, pero deben mantener cierto equilibrio.

Cuando ambos sistemas miran en la misma dirección, no hay problema.

El jinete pensaría y decidiría, quiero ir por ahí, pero el elefante que representa el esquema emocional, es el que tiene la fuerza y quien genera la energía para el viaje.

Conseguir empoderar al jinete y calmar al elefante es la mejor receta para hacer lo que debes aunque no te guste, y dejar de hacer lo que te gusta cuándo no te convenga.

La antalogia del jinete y el elefante fue creada por el psicólogo Jonathan Haid, de la universidad de Nueva York.

Señala que el jinete parece ser quien manda, pero su control es precario, porque es pequeño y con menos fuerza que el elefante.

Haid dice que nuestro lado emocional del cerebro es un elefante, y nuestro lado racional,el jinete subido en el lomo del elefante.

Cuando ambos sistemas miran en la misma dirección y buscan los mismos objetivos, todo funciona bien, sin embargo, cuando las necesidades de ambos son diferentes, puede surgir un problema.

La mayoría de nosotros hemos experimentado situaciones en las que nuestro elefante, nuestra parte emocional, domina a nuestro jinete que es nuestra parte racional. cada vez que caemos en la comodidad, sin impórtanos el mañana.


Los dos son importantes, pero la parte racional de nuestro cerebro debe controlar nuestras emociones.

Foto: Cortesía

Debemos tomar decisiones correctas. El jinete debe convencer al elefante, y dejarle el camino despejado, evitando tentaciones que no ayuden a mantenernos en el camino para lograr la que queremos.

Por ejemplo:

Si nuestro objetivo es bajar de peso, evitar ver comidas deliciosas que nos gustan. Son tentaciones y obstáculos que le ponemos a nuestro elefante y sea más difícil controlarlo.

O al revés, ver una película atractiva sobre un deportista o atleta que con su esfuerzo, alcanza su objetivo. Le estamos despejando el camino al elefante y será más fácil motivarnos bajar de peso, que queremos lograr.

Son facilidades que le damos a nuestro jinete para controlar al elefante para que siga el camino que queremos seguir.

El elefante es tan grande que con una pequeña tentación, como rocas o árboles grandes en el camino, es fácil que quiera evitarlas, rodeándolas y desviarse del camino, y tomar más tiempo para llegar a su destino.

Entre más tentaciones evitemos y más motivaciones nos demos, será más fácil que nuestro jinete domine a nuestro elefante.

ADELANTE

Trabaja para que tu JINETE domine a tu ELEFANTE.


Foto: Cortesía

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