El PRI y sus adicciones...
Por Benjamín Bojórquez Olea 18 Julio 2023
Sobre el camino
Hay una pregunta exclusivamente para el PRI en
Sinaloa, quisiera que fueran sinceros, ¿Quién hará la talacha
política en el 2024? Pregunto, pues los personajes que realmente
hacían la talacha han renunciado al Revolucionario Institucional, personajes
como Sergio Torres Félix, Gabriel Ballardo, Marco
Antonio Osuna, Jesús Valdés Palazuelos, Fernando
Pucheta, entre otros que también renunciaron debido a la relación que
tienen con dichos personajes mencionados.
A mi juicio
personal, y dicho por muchos militantes y ex militantes priistas, dicen que los
sub comités del PRI están hecho trizas en toda la geografía
sinaloense, es ahí, en donde pudieran recuperar algo de lo perdido, de ahí en
fuera, no veo por donde pudieran ofrecer algo como alianza opositora.
Y, a pesar
de todo, de que, si se abrió la convocatoria para muchos hombres y mujeres en
el pasado proceso interno, prefirieron cerrar las puertas nuevamente a los que
si sudan la camiseta y son autocríticos y conocedores del tema electoral, ya
que el quehacer político necesita de personas que estén preparados y conozcan
al dedillo cada rincón del esqueleto sinaloense.
En casi seis
años el PRI perdió casi en su totalidad el territorio político
sinaloense, además, ha venido perdiendo elementos y soldados con vasta
experiencia en materia operativa electoral, además, se le agrega la falta de
confianza de liderazgos y militantes, esto deja en lo local al PRI,
sin armas rumbo a las próximas elecciones de 2024.
La caída en
picada del partido tricolor concluyó en las elecciones de 2021. En
ese momento perdió todo, salvo una candidatura a diputado local, que de acuerdo
a su territorio político desencadenó una coyuntura, pues hoy el único diputado
local por mayoría, el Guasavense, Feliciano Valle, en donde ya se
declara diputado independiente debido al faccioso proceso de selección de
coordinador de la bancada priista en el congreso del estado.
El PRI sin
operadores en el 2024 sus bases y sus líderes han migrado
posiblemente a otra plataforma política, un fenómeno que ha causado la derrota
del priismo en Sinaloa y el resto del país.
En
consecuencia, la lealtad del PRI está en venta y, muestra de
ello, fueron las elecciones internas del pasado proceso de dirigencia estatal,
sin embargo, el análisis político y las expulsiones del propio tricolor indican
que no serían los primeros en hacerlo.
El PRI siempre
fue un partido de mucha disciplina al que su militancia guardaba obediencia,
pero el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en el 2018 y
posteriormente el triunfo de Rubén Rocha Moya en 2021 causó
un reacomodo de fuerzas. En pocas palabras, le apuestan a cuidar de ellos
mismos, antes que de su partido.
Frente a
este nuevo reacomodo, la militancia priista y las voces experimentadas del
partido han mostrado descontento desde diversos frentes. Por ello, observamos
un PRI acorralado por el rechazo de varios sectores de su
propio partido.
El PRI ha
entrado en una faceta de deslegitimidad al interior de su propia organización,
con sus militantes y obviamente con muchos de sus dirigentes locales. Ese viejo
modelo de la prebenda, del comprar conciencias que ha estado detrás de muchas
de las organizaciones no es el mejor mensaje para construir ciudadanía. Ni
mucho menos fortalece democracias.
GOTITAS
DE AGUA:
Algo que
me parece interesante desde mi muy particular punto de vista. Desde luego que
la fortaleza de los dirigentes para negociar futuras posiciones o elementos que
podrían estar en la discusión pues disminuyen. La credibilidad, la confianza y
la legitimidad que podrían tener se están socavando. Un buen dirigente necesita
tener una buena organización y una buena estructura entre sus sectores. Si no
lo tienen los liderazgos van a quedar muy socados, lastimados y realmente no le
van a servir ni a su partido ni a la organización ni a los militantes que
tenga. "Si cierran la puerta, apaguen la luz". "Nos
vemos Mañana"...