Opinion

En boca cerrada III

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Por Marco Antonio Lizárraga 11 Diciembre 2019

“Los espíritus mediocres suelen condenar todo aquello que está fuera de su alcance”, François de La Rochefoucauld

ESCÁNDALO

Reza un dicho que para respetar primero se tiene que ejercer el respeto. Y si bien lo advertimos hace meses, la libertad e impunidad con la que se desenvolvía el diputado Pedro Villegas Lobo tendría serios problemas.

El libertinaje en el que circulaba con su cara de déspota y presumido cobró factura y se destapa de nuevo el debate de espionaje dentro del Congreso del Estado de Sinaloa, un caso que sin duda pondrá de manifiesto la violación a los derechos.

Pero vamos al punto, el video que circuló en redes sociales, grupos y chats de Whatsapp fue evidente, y a como se vio es la primera entrega que se da de este trabajo donde se ve el diputado en el cubículo sosteniendo relaciones sexuales con una mujer.

El diputado fue acorralado, su primera reacción fue negar que sea el la persona que aparece en el lugar, pero las cortinas delatan la ubicación donde se realizó el acto, y el rostro en los más de dos minutos se ve.

Pero fue más allá, al no saber a quien acusar se fue directamente contra el Partido Sinaloense, y en especial contra su dirigente, Héctor Melesio Cuén Ojeda, un grito desesperado, pues el video coincide con sus constantes ataques infundados contra la Universidad Autónoma de Sinaloa.

De todos es sabido que Pedro Villegas está siendo manipulado por los grupos disidentes de la UAS, que no han estado de acuerdo con los nuevos estatutos y la Ley Orgánica que aún rige, y que hasta el momento aprovechando su inexperiencia y juventud, se deja ir con lo primero que le dicen.

Las acusaciones de Villegas son serias, acusar al líder del PAS de lo que pueda pasarle, simplemente es un grito desesperado donde quiso pasar por víctima, luego de que realizó las acciones, y es más mostró lo cobarde y débil que es, por la manera en cómo se comportó.

De este video, que reiteramos, hay amenaza de que hay más, quedan varios detalles, el primero de ello y luego del escándalo que desató a nivel estado y que estamos seguros no tardará en salir a nivel nacional, es que el diputado se pasó de la raya.

Es lógico que cada legislador o ciudadano tiene necesidades, pero cuestionamos ¿cuáles son las libertades que tenía dentro del Congreso de Sinaloa para hacer lo que hizo cuando hay lugares como los moteles, hoteles o sus propiedades para hacerlo?

Está más que claro que el acto sexual del diputado es lo de menos, lo que es preocupante son los tamaños que tuvo para hacerlo dentro del Palacio Legislativo, ahora habrá que ver otros detalles, quien autorizó la entrada de la persona, cómo se identificó y otros detalles de los que los guardias del Congreso tendrán en su bitácora.

Otro punto más, es cuestionar al diputado ¿por qué lanzar acusaciones deliberadas contra actores políticos al querer mezclar el espionaje dentro de los cubículos del Congreso con el tema de la universidad?

Sólo resta decir en este punto que el león, cree que todos son de su condición. Y vamos siendo claros, desde que comenzó sus ataques contra la diputada Angélica Díaz Quiñonez y la UAS no ha presentado una sola prueba el diputado.

Entonces, ¿a qué se atiene?, lo que busca el diputado es que la UAS se suba al ring con el para poder tener el escaparate. Ya Cuén Ojeda, le dijo que debatieran sobre este tema, sin restricciones y el por redes sociales contestó que lo haría con restricciones.

Este es el segundo caso que se presenta de grabaciones en momentos íntimos dentro del cubículo de los diputadoS del grupo mayoritario, el primero fue el de la diputada Flor Emilia Guerra, asunto que quedó ahí.

Para cerrar el tema, este es la primera estocada que se le da en los medios a Pedro Villegas, y que no es momento de exigir respeto cuando no respetó una institución como lo es el Congreso, y tercero que deje de ser ese déspota diputado que se cree una blanca palomita, pero salió cuervo.

La mediocridad y el egocentrismo son una mala combinación.

CERRAZÓN

En Concordia sigue el problema con el párroco de la Iglesia de San Sebastián que se ubica en la cabecera municipal, Antonio Aguayo sigue cerrado al diálogo, a pesar de que de que se comprobó que el campanario no representa riesgo para la población.

El problema de todo es que en Concordia se está convirtiendo en candil de la calle y oscuridad de la casa, pues no sabe o no quiere entender que el sitio donde reside es un edificio histórico protegido por la ley.

Y ya se le ha hecho constante estar realizando daños a la centenaria cantera de la que forma parte este monumento que forma parte de la historia de Concordia, y que no da su brazo a torcer luego de años de tradición de hacer los eventos culturales en este sitio.

A lo largo de la historia el atrio de la iglesia fue parte de muchas cosas en especial de la vida cultural, y se combinada con los edificios históricos del lugar para dar una ambiente especial, pero ahora sin razón más que su palabra y creencia impide seguir las celebraciones.

Y la iglesia sigue sin intervenir. Ya veremos que pasa.

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